Real Madrid le ganó al Barcelona en tiempo extra con un golazo de Cristiano Ronaldo y se coronó campeón de la Copa del Rey. Ninguno de los dos se pudo sacar ventaja en los primeros 90 minutos. Hermoso choque de estilos en el Mestalla.
El segundo encuentro de la más hermosa de las seguidillas de partidos, encontró al Barcelona y al Real Madrid en el Estadio Mestalla para disputar la sexta final entre ellos de la Coa del Rey.
Mucho más que un duelo futbolístico. Los hinchas del Real Madrid habían acordado llevar camisetas y banderas de España, acentuando fuertemente en el nacionalismo que su club implica. Los ultras merengues cantaron con pitos y flautas el himno nacional español, mientras el mismo era abucheado por los catalanes
Si hay que darse una idea de lo que fue el partido, se pareció mucho más al del sábado pasado que al de aquel 29 de noviembre. Un partido trabado, con un Real Madrid plateado inteligentemente por su entrenador, buscando cortar todo circuito de creación culé e intentando jugar al contragolpe. Hay que tener en cuenta que de todos los partidos que se juegan en estos 20 días, este era el único que por sí solo, era capaz de expedir un título derechito para la vitrina del ganador.
Ambos entrenadores presentaron curiosidades varias en sus formaciones. Mourinho volvió a introducir una línea de cuatro defensores bien parados, a Pepe como N°5 haciéndole marca zonal a Lionel Messi y despegando desde el fondo, a quien lo acompañó de dos volantes tapón como Khedira y Xabi Alonso. Su táctica se completó coherentemente con tres delanteros de los más rápidos del mundo; Cristiano Ronaldo, Di María y Ozil.
Desde la vereda de enfrente, el siempre innovador Pep Guardiola, presentó un equipo con una falsa línea de cuatro, formada en su zaga central con Javier Mascherano. Y fue falsa porque en la práctica, terminó siendo una línea de tres defensores: Mascherano, Busquets y Piqué (es decir que con la camiseta catalana, sólo hubo un defensor nato). Luego una de 4 volantes, con Dani Alves y Adriano por las bandas y Xavi e Iniesta por el medio, esta formación se completaba con dos puntas bien abiertos como Villa y Pedro, más Messi, jugando de Messi.
El primer tiempo fue dominado ampliamente por los merengues, y esto se evidenció en que Barcelona, que usualmente se pone delante del arquero 20 veces por partido, en la primera etapa no logró patear una sola vez a la Puerta de Alcalá custodiada por Casillas.
Alberto Undiano Mallenco, árbitro del encuentro, nuevamente con se puso a la altura de sus colegas pero no a la del partido. Cobró cuanta roce hubo en todo el partido, lo que ayudó mucho a la constante interrupción del juego e hizo imposible la fluidez y el ida y vuelta que pudimos ver el sábado pasado. Además, todos los choques verbales y pisotones, que fueron moneda corriente, fueron pasados por alto, no por decisión sino por ignorancia.
Las más claras fueron del Real, una pelota sacada en la línea, un tiro rasante de Cristiano Ronaldo salvado por Pinto y un tremendo cabezazo de Pepe que se estrelló en el ángulo superior derecho del arquero blaugrana. Gran labor de Mascherano
El segundo tiempo cambió de dueño. El único equipo en la cancha fue el Barcelona, se pareció a un partido cualquiera del equipo culé. Control total y absoluto de la pelota. Pep parecía haberle tomado la mano a la estrategia de Mou, y esa noción se la supo transmitir a sus jugadores en el entretiempo. Volvió a la línea de cuatro y desde la posesión que ese cambio significó, construyó jugadas y comenzó a aplicar esa presión sofocante que suele practicar.
A los 68′, Messi le pone un pase de ensueño a Pedro, quien con gran capacidad define de tres dedos contra un palo, haciendo un hermoso gol que lamentablemente no subió al marcador por encontrarse este último en offside.
A partir de allí, Barcelona fue un vendaval. El equipo blanco no sabía qué hacer para detener el avance catalán, que sobre todo desde el trío entre Iniesta, Pedro y Messi generaba una ocasión de gol tras otra. La desesperación del Madrid se veía en cada pase sencillo errado y en la falta de capacidad del más mínimo razonamiento futbolístico. Gran labor de Iker Casillas
Terminó el segundo tiempo, y con 45 minutos para cada uno, ninguno pudo concretar su daño en goles. Solo emoción se vivió desde el pitazo final hasta el comienzo del tiempo extra, tiempo en el que ambos planteles se quedaron en el campo de juego para hacer la charla técnica.
Barcelona siguió dominando durante toda la prórroga sin hacer un solo cambio, sin embargo una gran jugada entre Di María y Marcelo por la izquierda, le sirvió a CR7 para recibir un enorme centro del argentino y surtir un letal cabezazo cruzado venciendo a Pinto. Enorme labor de Di María en este lapso, tanto en ataque como, en defensa, que terminó siendo expulsado en el útlimo minuto
Los intentos pasivos de ahí en más del Barcelona no hicieron mella suficiente y el Real Madrid se consagró campeón de la Copa del Rey por primera vez en 18 años. Las revanchas el 27 de abril y el 3 de mayo.
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