Tras la victoria del Barcelona ante el Getafe por 2 a 1, llegaba el derby madridista (entre el Real y el Atlético, despistado) sin lugar a dudas el mejor partido, a priori, de la fecha.
Las expectativas eran altas, ya que si bien los de la Casa Blanca contaban claramente con un mejor equipo y un director técnico mucho más inteligente, los colchoneros tenían en sus filas al Kun Agüero, a un desafilado pero siempre peligroso Diego Forlán y a su estridente público que sumaba a la ecuación en el Vicente Calderón, a pesar de que ya son 11 los años que acumulan los locales sin poder ganarles.
El partido arrancó peleado, con un Sergio Agüero intermitente pero con muy certeras apariciones por el lado del Atlético, mientras que del lado de enfrente, Mourinho ya desde las alineaciones iniciales estaba ganando el partido. Tomó por sorpresa al Aleti haciendo que los que generaran juego fueran Sami Khedira, Marcelo y Lassana Diarra, hombres que Quique Flores se había confiado en no marcar, reservando sus fuerzas para Ozil, Benzema y Cristiano Ronaldo.
Así fue que a los 11 minutos de juego, tras un muy buen pase de Khedira, el enrachadísimo Karim Benzema (10 goles en 8 partidos, 21 en lo que va de la temporada) definió de cachetada ante la salida de De Gea, que nada pudo hacer ante semejante toque.
Lejos de bajonearse, el Aleti fue con todo a buscar el empate, logrando continuas situaciones de gol a partir de sus jugadores más hábiles. A fuerza también de pelotas paradas, los colchoneros hicieron figura a Iker Casillas que demostró su gran momento resolviendo una y otra vez con absoluta solvencia.
El partido encontró un quiebre a los 31 de la primera parte, cuando Mesut Özil tras un desborde letal del mejor jugador de la Liga según Diego Maradona, Marcelo, quien tocó para atrás permitiendo que el turco-alemán defina con exquisitez de zurda al primer palo. Un dato de color, Cristiano Ronaldo en lugar de festejar el gol, se quedó pidiendo una falta sobre él, esos son los deportistas que Nike y mucha gente alrededor del mundo considera paradigmáticos.
A pesar del gol, los colchoneros continuaron siendo los dominadores del encuentro, elaborando jugadas de gol constantemente y relegando al Real a posicionarse en su mitad del rectángulo. Así terminaba el primer tiempo.
La segunda parte fue una reedición de la primera. Los de Mourinho ganaban pero no lograban consolidarse en el campo, mientras que los de Quique Flores no pensaban en otra cosa que en el descuento. De esta manera, la figura de Iker Casillas no paraba de crecer, ya que tenía tapadas providenciales cada aproximadamente 5 minutos.
A partir de los 30 minutos del complemento, el partido perdió en ritmo y ganó en rispidez. Empezaron a aparecer las tarjetas amarillas y el público comenzó a tomar cartas en el asunto. Esto se evidenció cuando el tristemente célebre Cristiano Ronaldo salió sustituído por Ángel Di María, siendo abucheado y alentando él mismo los insultos con gestos ampulosos típicos de un pendejo malcriado.
Cuando todo parecía liquidado, a los 40 minutos, Agüero encontró las redes por obra y gracia de él mismo. Entró al área de izquierda a derecha y tras un rebote definió de primera con la pierna diestra contra el segundo palo. Ese gol hizo que los últimos 5 minutos fueran de lo más intensos con un Aleti enloquecido y un Kun en llamas. Un solo equipo jugó durante ese lapso hasta que otra vez, Casillas se quedó con la última pelota en sus manos cuando el árbitro decidió el final del partido.
El Real se sacó un difícil partido de encima y se volvió a colocar a 5 puntos de su máximo rival, Barcelona.
Las formaciones:
Real Madrid: Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Ricardo Carvalho, Marcelo; Xabi Alonso, Lassana Diarra (Arbeloa), Sami Khedira; Cristiano Ronaldo (Di María), Mesut Özil; Karim Benzema (Adebayor)
Atlético de Madrid: De Gea; Ujfalusi, Godín, Domínguez, Filipe Luis; Reyes, Tiago (Juanfran), Suarez, Elías (Koke), Forlán (Costa) y Agüero.
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