Por Federico Lamas y Bernardo Cerdá
Una apuesta nueva. Entre tantas figuras de renombre aparece un luchador, Hugo Campagnaro. Lejos de los flashes y de las multitudes que mueven Sergio Agüero, Gonzalo Higuain y Lionel Messi, Alejandro Sabella le abrió la puerta para que sea el guardián del andarivel derecho frente a Suiza, en Berna.
Pasaron lesiones, grandes actuaciones, accidentes y consagraciones para que este Stopper del Nápoli alcance la Selección. A mediados del 2009 estuvo a un paso de ser convocado, pero el sueño no se le dio esa vez, y mientras esperaba su chance tuvo su tarde trágica: en junio de 2011, en su Córdoba natal, un accidente automovilístico en el que sufrió lesiones menores, mató a uno de sus acompañantes y a dos personas que venían en otro vehículo.
El ascenso argentino fue testigo de la presencia y de la lucha de Campagnaro en el país. Deportivo Morón fue el equipo local que lo tuvo en sus filas entre 1998 y 2002 -recordemos que en este club también jugó Diego Perotti, actual volante del Sevilla-. Más allá de que el Gallito disfrutó del fuerte juego de Campagnaro, en aquel tiempo el cordobés estuvo a un paso de volverse a su casa, pero su temple lo hicieron quedarse. Incluso, mientras jugaba con la camiseta del equipo del Oeste, el bueno de Hugo realizó varias crónicas de Ascenso para una vieja revista.
Es un futbolista técnicamente correcto que se adaptó a la perfección al fútbol italiano. Para el 2002, con seis goles en su haber, Campagnaro ya tenía 103 presentaciones con el Gallito. Como a muchos otros, la chance europea le llegó y no la quiso dejar pasar: en el 2002, con 22 años recién cumplidos, el Piacenza de Italia se lo llevó, y hasta hoy el Calcio ha sido su única liga en el Viejo Continente. En el Biancorossi también le tocó descender, pero se las arregló para meter 12 goles en 127 partidos.
Su suerte empezó a cambiar cuando en 2007 su pase fue adquirido por la Sampdoria. Rápidamente, el argentino comenzó a destacarse en el equipo y hoy es uno de los más queridos por los fanáticos del club genovés. En el Blucerchiati fueron 54 presentaciones y dos anotaciones, y su nivel seguía en ascenso.
Para los que no lo conocen, Campagnaro es un clásico jugador de rol. Fuerte y de buen cabezazo, se destacó en Italia por su dinámica y por dejar absolutamente todo en la cancha. En esta ocasión, Sabella lo llamó para que se desempeñe como un carrilero por el sector derecho, aunque vale decir que desde que está en el Nápoli jugó en esa posición sólo algunos partidos.
Ahora, ¿qué hay que esperar de su rendimiento? La realidad marca que no podemos pretender que amague a 5 jugadores tal como lo haría Messi o que sea el nuevo Juan Pablo Sorín, pero lo que sí podemos pedirle es: orden defensivo, buen juego aéreo y, sobretodo, una gran obediencia a un sistema táctico. La era de los jugadores de “rol” comenzó en la Selección desde que Sabella es técnico.
Hoy, a casi un año del accidente, y con 31 pirulos en su espalda, Hugo tiene la gran chance de su carrera. A pesar de que Pachorra no confirmó el equipo, es un hecho que mañana tendrá su debut como titular con la celeste y blanca. ¡Suerte, Toro!
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