San Lorenzo y Vélez protagonizarán su quinto duelo consecutivo sin las cuatro cabeceras ocupadas, dados los reiterados casos de violencia que se desataron en partidos entre ambos. La “pica” de Gámez fue canalizada de la peor manera por los hinchas y mañana tendrá un nuevo duelo en el Amalfitani, al que sólo acudirán los hinchas locales. Fútbol a medias.
Como estaba estipulado, el “clásico” del periodismo y los organismos de seguridad tendrá un nuevo asterisco. Demasiada sangre se ha corrido cuando San Lorenzo y Vélez se ven las caras, y la medida más fácil es que alguno de los dos no vaya y no tengan razones para pelearse. Es el único partido que siempre fue tranquilo y gracias al fogoneo de la Policía, dirigentes y establishment se volvió peligroso en el siglo XX y ya no merece jugarse como cualquier encuentro.
La sucesión de hechos ya es conocida: en 2003, Vélez devolvió con una intencional muestra de copas un desfile de peñas que San Lorenzo había hecho en el duelo anterior. Si bien siguieron años de tranquilidad, la situación explotó en el Clausura 2008 con la muerte de Emmanuel Álvarez. A eso lo secundaron provocaciones a hinchas de San Lorenzo en el Amalfitani y piedrazos de la Platea Sur de ese estadio, que fueron respondidos en 2010, cuando el público de Vélez demoró su salida del Bidegain y mostró banderas provocadoras, que fueron respondidas a piedrazos por los hinchas de San Lorenzo. Fue el último encuentro a cancha llena que jugaron.
Para el primer choque de 2011, el público de ambos bandos disfrutaba el duelo; pero antes de los diez minutos, la tribuna de San Lorenzo se enteró de la muerte de Ramón Aramayo y suspendió el partido rompiendo el alambrado. Se reanudó en la Bombonera, sin hinchas y con una nueva disposición: los próximos partidos serían sólo con la parcialidad local, para evitar que la violencia deje al desnudo los pésimos operativos policiales.
Ese primer choque fue en Liniers, sólo con hinchas de Vélez, pero el siguiente cotejo no fue igual: el Nuevo Gasómetro esperaba sólo a los locales, pero ellos tampoco fueron por los desmanes del partido en el que Abal le dio mal un gol a Colón. San Lorenzo fue, esa jornada, el único sancionado por los tres casos de violencia de aquella sexta fecha del último Clausura argentino. Para la tanda Inicial/Final ya se estrenó el fútbol a medias, con sola presencia de Cuervos en el triunfo velezano por 2-1.
Mañana, en el Fortín, el primer Final de la historia tendrá una mancha para prevenir violencia. La fiesta del fútbol no será tal, y lo que debe ser el duelo entre un equipo grande y el mejor equipo argentino en los últimos años tendrá ruido sólo desde una cabecera. Rock ´N Ball había avisado sus deseos de que esto no volviera pasar, pero ya es inevitable.
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