Un panorama con perspectiva desoladora. Cada vez más gris. Un tanto tapado por la hasta ahora aceptable campaña del equipo en el campeonato; otro tanto por la algarabía y la expectativa de la reunión del martes en la Legistlatura Porteña, para la restitución de los terrenos de Avenida La Plata; y la última luz en la oscuridad se dispone por la sensación que da un presidente que no se esconde, que tiene constantes apariciones mediáticas y da la cara ante la adversidad, como hace mucho no se veía en Boedo.
Este hombre, Carlos Abdo, tan criticado cuando asumió, hoy quiere concientizar a la cuervada. El paraguayo habló en La Red, y dijo una frase que los Cuervos preferirían no escuchar, a pesar de ser la cruda realidad: “Yo estoy para salvar a San Lorenzo, pero esto es imposible de pagar”. Con esto Abdo hacía referencia a las deudas de San Lorenzo. Deudas que hace tiempo devinieron en convocatoria de acreedores y hasta podrían derivar en dos pedidos de quiebra por 500 y 800 mil pesos respectivamente.
Las declaraciones posteriores tampoco fueron alentadoras. El Presidente manifestó haber bajado el déficit mensual del club de dos millones y medio de pesos a un millón, y comentó la tarea que tiene con la Comisión Directiva de lograr el cero a fin de año en este aspecto. Sumado esto, aclaró: “La única solución que hay es el fideicomiso a través de la Bolsa, salvo que alguien venga y ponga 30 millones de dólares, y nadie lo va a hacer”.
Estableció una analogía con River, institución que tiene un presente muy parecido, con cheques millonarios rechazados y un endeudamiento propios de la corrupción y la inoperancia. Afirmó que la situación es prácticamente similar, pero que, San Lorenzo, no cuenta con un Lamela o algún jugador de esas características cuya venta pueda apagar de una vez por todas un incendio que nunca debería haber existido, pero que es cada vez más grande.
En el ámbito futbolístico, sabido es que San Lorenzo visitará mañana a Estudiantes a partir de las 19.10, en el estadio Centenario de Quilmes. Ramón Díaz, confirmó la vuelta de Tula y Bottinelli y la continuidad de los tres atrás para defender. A pesar de que el entrenamiento fue a puertas cerradas, Rock´N Ball pudo averiguar que Placente ocupó la banda izquiera por el desgarrado Giménez, pero que éste le dejaría su lugar al peruano Carmona.
La única duda de Ramón pasa entre Velázquez y Pereyra. Si opta por el guaraní, lo hará con el ya conocido 3-4-3 . Si lo hace por el ex River, pondrá un mediocampo más luchador y resignará ataque, entendible para este tipo de partidos; sería un 3-5-2. Vale destacar también, que Romagnoli ya está totalmente recuperado de la pubialgia y ocupará un lugar en el banco de suplentes. Dale una alegría a tu gente, Ciclón.
Comentarios