Estudiantes viajó hasta Bahia Blanca con la oportunidad de ganar y quedar en la cima del Clausura. Sin Verón y sin Braña, el conjunto de Berizzo no pudo con Olimpo y resignó dos puntos claves en la pelea por el campeonato.
Desdibujado, alicaído y cansado, son algunos de los adjetivos que le caben a este Estudiantes que no puedo retomar la senda del buen juego y los triunfos. Con este empate, suma tres sin ganar, con una derrota incluida, frente a Boca en la Bombonera. Olimpo, por su parte, corto una racha de dos derrotas consecutivas como local.
La idea futbolística que representó a Estudiantes en los últimos tiempos, parece haberse perdido, o por lo menos sigue sin encontrar regularidad en la creación y el volumen de juego que lo caracterizaba. Pese a la ausencia de Verón, hay un hombre que sigue siendo clave en el esquema y que cuando falta, su ausencia se siente más que cualquier otra.
Ese hombre es el Chapu Braña. El motor y termómetro del equipo hace un tiempo que no puede jugar debido a un desgarro, y al Pincha le está tocando sufrir su inactividad. Justamente, el declive futbolístico el equipo coincide en el tiempo con los días en que Braña lleva fuera de las canchas.
Más allá de eso, el partido de hoy se le presentó a Estudiantes como un duro escollo a superar, algo que finalmente no pudo hacer.
Olimpo fue mucho mejor en los primeros 45′ minutos, dentro de la mediocridad en la que se disputaba el encuentro. De la mano de Rolle, manejó bien la pelota durante toda esa primera mitad y lo concretó con el gol de Galván de penal, luego de una falta a Bareiro que no existió.
En el segundo tiempo, Estudiantes cambió la cara y salió en busca del empate. Mosett, en contra, consiguió lo que el Pincha no había podido lograr por sus propios medios, clavandola por ensima de su propio arquero. Pocos minutos después, la Gata Fernándes frotó la lampara y puso el segundo para los de Berizzo, que ganaban el match, tal vez, sin merecerlo. Sin embargo, Bareiro le iba a poner cifras definitivas al enncuentro tras un gran pase de Rolle.
Pese al 2-2, Estudiantes creció en la segunda mitad, gracias a su as de espada, Enzo Pérez, que siempre es el mejor del conjunto de La Plata. Por momentos, el mendocino parece jugar solo ya que sus compañeros no entrar en la sintonía que propone el “7 bravo”. Lo mejor de Olimpo pasó por los pies de Rolle y el buen trabajo en la recuperación de Brum.
El resultado final pareció no servirle a ninguno, a pesar de que Olimpo sumó un buen punto en la pelea por salir de la zona del promoción y Estudiantes continua prendido en la parte alta de la tabla.
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