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¿Por qué hay que mirar los Panamericanos?

Cuando llegan los Juegos Olímpicos todos nos emocionamos con el esfuerzo amateur de los atletas argentinos.  Y decimos frases como: “Que impresionante estos chicos, mirá todo lo que hacen y sin apoyo”. Otra reacción muy común es hacernos propia la victoria. Como si fuésemos nosotros los que ganamos la medalla. Así somos. Guadalajara 2011 es la chance de convivir esa travesía con ellos.

Guadalajara

Cada cuatro años hablamos de Windsurf, de Natación, hacemos fuerza junto a los chicos del Remo y, por momentos, nos creemos Gonzalo Bonadeo. Tal es así, que hasta nos damos la chance de discutir la actuación de un judoca o de un clavadista.  Toda esa atención desaparece un día después de la ceremonia de clausura de los juegos y esos deportes vuelven al ostracismo.

Guadalajara 2011 es la previa de los Juegos Olímpicos. En México tendremos la chance de ver a  mucho de los mejores atletas americanos en acción.   Es un momento para poder escuchar las historias de todos los participantes argentinos, para que dentro de un año no nos tome por sorpresa  ningún logro ni ninguna decepción.   Además, sabremos porque un Correntino terminó  ganando la medalla de plata en Windsurf -solo un ejemplo-.

En otras oportunidades,  el sacrificio de los atletas no era acompañado por el estado. En este caso, no es así. Este torneo será la primera pequeña vidriera del apoyo de una diminuta política deportiva.  Desde hace un año, se destina el 1% de la factura del celular a un centro de alto rendimiento deportivo.  Este apoyo no garantiza medallas, pero si pone a los atletas  a la par –o casi, todavía falta- de sus colegas en términos económicos. Es verdad, no estamos a la altura de potencias como Estados Unidos y Canadá, pero nuestras aspiraciones a medallas son cada vez más grandes. Si bien es difícil que en un año se vean resultados, el objetivo estará logrado con tener una mejoría con respecto a los últimos juegos.

Por otro lado,  es una muy buena oportunidad para empezar a conocer a los jugadores que en un futuro representarán a las Selecciones en Mundiales y en Juegos Olímpicos. El basket irá con los talentosos Nicolás Laprovíttola, Pablo Espinoza y  Marcos D`Elía. Ellos sueñan con continuar el legado de la Generación Dorada. A su vez, el Hockey y el Voley quieren ratificar su excelente momento.  Por su parte, el Handball se encuentra ante la oportunidad histórica de clasificar por primera vez a un JJ OO.

Generalmente en fútbol Argentina presenta en fútbol un equipo sub 17 o, incluso, no envía representantes. La única excepción fue el panamericano de 1995 en Mar del Plata. Por eso, la idea de Walter Perazzo de llevar un plantel sub -20 lo más competitivo posible , parece  ser a un intento desesperado por cambiar la imagen de la selección.  Es una apuesta arriesgada.  Poco para ganar y mucho para perder. Más allá, de las intenciones del entrenador, podremos observar a  Ezequiel Cirigliano, Esteban Andrada y Franco Fragapane.

No hay quee ser inocente. Es imposible pedir que todos los deportes tengan la misma popularidad que el fútbol o el basket.  Sin embargo, es una excelente oportunidad para ir conociendo un poco más lo que se hace en el país y que existe un mundo más allá de la número 5.

 

Cuando llegan los Juegos Olímpicos todos nos emocionamos con el esfuerzo amateur de los atletas argentinos.  Y decimos frases como: “Que impresionante estos chicos, mirá todo lo que hacen y sin apoyo”. Otra reacción muy común es hacernos propia la victoria. Como si fuésemos nosotros los que ganamos la medalla. Así somos. Guadalajara 2011 es la chance de convivir esa travesía con ellos.

Guadalajara

Cada cuatro años hablamos de Windsurf, de Natación, hacemos fuerza junto a los chicos del Remo y, por momentos, nos creemos Gonzalo Bonadeo. Tal es así, que hasta nos damos la chance de discutir la actuación de un judoca o de un clavadista.  Toda esa atención desaparece un día después de la ceremonia de clausura de los juegos y esos deportes vuelven al ostracismo.

Guadalajara 2011 es la previa de los Juegos Olímpicos. En México tendremos la chance de ver a  mucho de los mejores atletas americanos en acción.   Es un momento para poder escuchar las historias de todos los participantes argentinos, para que dentro de un año no nos tome por sorpresa  ningún logro ni ninguna decepción.   Además, sabremos porque un Correntino terminó  ganando la medalla de plata en Windsurf -solo un ejemplo-.

En otras oportunidades,  el sacrificio de los atletas no era acompañado por el estado. En este caso, no es así. Este torneo será la primera pequeña vidriera del apoyo de una diminuta política deportiva.  Desde hace un año, se destina el 1% de la factura del celular a un centro de alto rendimiento deportivo.  Este apoyo no garantiza medallas, pero si pone a los atletas  a la par –o casi, todavía falta- de sus colegas en términos económicos. Es verdad, no estamos a la altura de potencias como Estados Unidos y Canadá, pero nuestras aspiraciones a medallas son cada vez más grandes. Si bien es difícil que en un año se vean resultados, el objetivo estará logrado con tener una mejoría con respecto a los últimos juegos.

Por otro lado,  es una muy buena oportunidad para empezar a conocer a los jugadores que en un futuro representarán a las Selecciones en Mundiales y en Juegos Olímpicos. El basket irá con los talentosos Nicolás Laprovíttola, Pablo Espinoza y  Marcos D`Elía. Ellos sueñan con continuar el legado de la Generación Dorada. A su vez, el Hockey y el Voley quieren ratificar su excelente momento.  Por su parte, el Handball se encuentra ante la oportunidad histórica de clasificar por primera vez a un JJ OO.

Generalmente en fútbol Argentina presenta en fútbol un equipo sub 17 o, incluso, no envía representantes. La única excepción fue el panamericano de 1995 en Mar del Plata. Por eso, la idea de Walter Perazzo de llevar un plantel sub -20 lo más competitivo posible , parece  ser a un intento desesperado por cambiar la imagen de la selección.  Es una apuesta arriesgada.  Poco para ganar y mucho para perder. Más allá, de las intenciones del entrenador, podremos observar a  Ezequiel Cirigliano, Esteban Andrada y Franco Fragapane.

No hay quee ser inocente. Es imposible pedir que todos los deportes tengan la misma popularidad que el fútbol o el basket.  Sin embargo, es una excelente oportunidad para ir conociendo un poco más lo que se hace en el país y que existe un mundo más allá de la número 5.