La máquina de Pizzi prometía después del sprint final en el Inicial, y más todavía tras el gran 2-0 ante River. Pero no, el andar del equipo claudicó, y con ello las llegadas al arco y los goles. San Lorenzo tiene cuatro tantos a favor y es con Argentinos el equipo menos goleador del campeonato. Pero ojo, también recibió sólo tres, siendo junto a Lanús el equipo menos vulnerado.
El andar Cuervo está muy irregular y eso volvió a prender la luz de alerta. Ganó dos, perdió igual cantidad y empató tres, mismo récord que tienen Belgrano y Rafaela. Sin embargo, lo que más preocupa en Boedo es la escasa generación de peligro que muestra el equipo, y como consecuencia los escasos cuatro goles en siete encuentros jugados hasta ahora.
Vale hacer un repaso de cómo fueron esos gritos: ante Estudiantes, Gentiletti la mandó al fondo luego de una mala salida del arquero Silva; después vinieron los dos antes River: Stracqua, de movida, la peleó como en un scrum y clavó un zurdazo cuando le quedó en el pie. Minutos más tarde, Cetto cabeceó solo un tiro libre de Ruiz. La frutilla del postre, cuando el Ciclón jugaba mal en Santa Fe y con un jugador menos, la dio Tito Ramírez tras desviar un córner contra su propio arco.
San Lorenzo no renunció a su forma de jugar, sigue siendo un elenco con mucha posesión de balón y participación de todos sus jugadores. El 4-5-1 o 4-2-3-1 tampoco se tocó, pero parece que los rivales le agarraron la mano. El Ciclón tiene la pelota pero no sorprende, y a pesar de que no sufre atrás, es cada vez más previsible y tiene muchas dificultades para abrir una defensa. Su único punta ha tenido, por errores propios o de sus compañeros, muy pocas chances de gol en lo que va del campeonato.
Esas pocas jugadas de peligro se traducen en un altísimo porcentaje de centros mal tirados, lo que desperdicia la gran arma de tener a Stracqualursi. El ex Gimnasia padece el esquema con el que juega el Ciclón, ya que al ser lento casi nunca puede quedar mano a mano y tampoco es habilidoso para generarse la propia. Quizás una alternativa sea que entre alguien más rápido en su lugar. El resto del equipo, con alguno más destacado que otro, ha mostrado más temple que el centrodelantero.
En fin, si bien San Lorenzo no está en descenso ni lo estará la fecha que viene, la falta de goles y resultados no es algo que se ignore. El Ciclón perdió sus dos últimos de local y se le vienen Vélez y Racing, dos rivales que al Matador nunca le son sencillos. Pizzi tiene crédito, pero el exitismo puede que se lo acabe rápido.
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