Ortega no sabe lo que quiere. Así como es capaz de asegurarle a MuyRiver.com.ar el sábado a la mañana y hoy mismo que “jamás debería haberse ido de River“. Dos horas después, por otra emisora de radio, lejos del palo deportivo, dice lo contrario.
Rock ‘N Ball está en condiciones de afirmar que Ariel Ortega no va más en All Boys. Sus compañeros, lejos de su versión de banca, no están muy conformes con el accionar de Ortega, e incluso, hay rumores que indican que ya le habrían pedido a los dirigentes que lo corten del plantel.
Roberto Bugallo, presidente de All Boys, no atiende los llamados de Rock ‘N Ball dado que se encuentra en Aruba y acá, se espera una reunión decisiva por el jujeño. ¿Qué saldrá? Ortega tiró la bomba, vio como repercutía en Núñez y al recibir una heladera tres fríos de parte de Juan José López, reculó y aseguró lo contario.
¿Passarella’? La relación entre el Kaiser y Ariel está rota. Lo está desde que Ortega tironeó hasta que JJ tuvo que congelarlo. Algo que se confirmó cuando el presidente lo hizo esperar más de dos horas para firmar la desvinculación
Lo cierto es que Ortega está inmerso en su propio laberinto. No puede salir, no acepta las sugerencias de internación y cree que todavía le queda una gambeta más. Sería bueno que entienda que esa gambeta tiene que usarla fuera de la cancha, para escaparle a su cruel adicción.
Sus páginas doradas en River no las podrá borrar nada, ni siquiera este desteñido final. Lo importante acá es que el jugador entienda que necesita ayuda de verdad, necesita alguien que lo cuide y necesita hacerle caso.
Ortega sigue transitando el camino de la autodestrucción y, en el camino, ensucia a colegas, páginas webs y deja mal parados a propios y extraños. Una lástima. Ojalá, esa última gambeta, la use para lograr torcer un final injusto para con su carrera y, sobre todo, con él mismo.
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