Las expectativas, enormes. Las tribunas, colmadas. La octava visita del Super TC2000 a las calles de la ciudad de Santa Fe se vivió como si fuera una fiesta. Y es que lo fue.
Con la particularidad de que solo se disputaría una única competencia el sábado por la noche en vez de dos (sumando la tradicional del domingo al mediodía) como venía siendo hasta el año pasado, el margen de error para la carrera nocturna se amplió, gracias a que tanto pilotos como equipos no tenían porqué regular y cuidar los coches para la carrera del día siguiente, tal como se venía dando en las últimas ediciones.
La clasificación, disputada unas horas antes de la competencia, tuvo como dominador a Matías Rossi (Toyota Corolla). El hombre de Del Viso marcó su tercera pole position en lo que va del año, y se afirmaba como el gran candidato a la victoria, en un tipo de escenario donde largar en la primera fila es fundamental. Detrás suyo quedaba Leonel Pernía (Renault Fluence), a solo 2/100, dejando tercero al Toyota Corolla de Bernardo Llaver.
La competencia, pactada a 30 vueltas, arrancó con la que terminaría siendo la maniobra de la noche: Pernía aprovechaba uno de sus fuertes en la conducción y “dormía” a Rossi en la largada, superándolo por fuera antes de llegar al primer frenaje, ayudado por un leve roce entre los pontones de ambos que “mandó” al Toyota contra el muro interno, aunque sin consecuencias.
Desde entonces, el hombre de Renault comenzó a edificar la victoria, la misma que hace tres semanas atrás se le negó en Junín, cuando un neumático acabó con sus chances mientras era cómodo líder.
Con la intriga de saber si tanto los frenos como el motor iban a poder aguantar tamaña exigencia (clásica en estos tipos de escenarios), la carrera fue pasando sin grandes atenuantes adelante, mientras que atrás sí se veían buenas maniobras: uno de los que mayor espectáculo dio fue Agustín Canapino (Chevrolet Cruze), que tras haber roto su planta impulsora en la clasificación partió desde el 27º lugar. Con un coche que estaba para pelear los primeros puestos, el arrecifeño comenzó con una gran remontada, teniendo como lugares predilectos para el sobrepaso los dos retomes del circuito, ambas horquillas. Así, fue subiendo en el clasificador, y a mitad de carrera ya se encontraba en el 13º lugar. Su ambición pudo más, y en el giro 20 ya era parte de los diez primeros (9º). Lamentablemente, mientras iba en busca de Fabían Yanantuoni (Renault Fluence), dueño de la octava plaza, el Cruze comenzó a humear, producto de la rotura de la dirección hidráulica, debiendo abandonar al cabo de 21 giros.
Otro que realizó una gran tarea desde el fondo fue Guillermo Ortelli (Renault Fluence). El piloto de Salto partió en el 26º lugar, y culminó la competencia en el décimo puesto, superando en total a 16 autos, en un escenario donde las chances de sobrepaso no son tan comunes como en un autódromo.
El susto de la jornada lo protagonizó Franco Vivian (Chevrolet Cruze), cuando mientras recorría el noveno giro sufrió la rotura de los frenos al llegar a una de las horquillas, y se dio un duro golpe contra las contenciones. Afortunadamente, solo el coche sufrió daños. En su cuenta de Facebook, el hombre del moño subió la filmación del choque desde el interior del auto. Nótese como aprieta el pedal del freno varias veces, buscando una respuesta del coche que nunca llegaría:
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Por su parte, el que hasta esta carrera era escolta de Rossi, Facundo Ardusso (Fíat Línea), abandonó pasada la mitad de carrera (Vta 17), luego de haberse tocado con el Honda Civic de Christian Ledesma en uno de los retomes, que lo depositó contra el muro externo de la pista. En ese momento, el piloto de Las Parejas era octavo.
Sin dudas, el abandono de Ardusso favoreció a los dos grandes ganadores de la jornada: por un lado, a Leonel Pernía, que consiguió su segundo triunfo del año y se transformó en el nuevo escolta de Rossi en el campeonato, superando al piloto de Fiat. Por el otro, al mismo Rossi, que a pesar de haber perdido la punta en los primeros metros de competencia, pudo finalizar segundo y así estirar la ventaja en el torneo, que pasó de ser de 52 a 70 unidades, con cuatro fechas por disputar.
Junto a Pernía y Rossi completó el podio Nestor Girolami (Peugeot 408), que aprovechó el abandono de Llaver en las primeras vueltas para adueñarse del último estrado, y lograr un resultado que sin dudas sirve de aliciente, tras la ya conocida suspensión recibida en el Turismo Carretera.
Pasado a números, el campeonato quedó de la siguiente manera: Rossi 186 puntos, Pernía 116, Ardusso 112, Lopez 101, ya ya más atrás Werner (80), Llaver (74) y Girolami (73).
La próxima competencia del Super TC2000 será en el Autódromo de General Roca , cita tradicional de la categoría, el 22 de Septiembre.
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