El equipo del “Tata” Martino es el segundo finalista de la Copa América, pero el primero en la historia de haber llegado sin haber ganado un solo partido. Es más, ganó 1 solo partido en los últimos 10 partidos oficiales y eso que también llegó a cuartos del mundial…
En el fútbol generalmente se piensa que empatando no se llega a ninguna parte, que de alguna forma u otra hay que ganar en alguna instancia para lograr el objetivo (sino pregúntenle a JJ López a donde terminó…) pero Paraguay es la excepción. A decir verdad, es todo lo contrario a una excepción.
Pasa que a lo largo de todo el campeonato se notó una paridad entre todos los equipos. Paridad alarmante vale decir, porque el fútbol sudamericano viene emparejándose para abajo. Con sólo ver los números se pueden llegar a varias conclusiones: desde la Copa América de 1993 en Ecuador (la primera en este formato de competencia) que no se registraban 11 empates en la competición. Y eso que todavía faltan dos partidos…
La mayoría de los equipos decepcionaron (Brasil, Argentina, Chile, Colombia…). Pero los que sí cumplieron (más desde los resultados que desde el juego) fueron los finalistas. Uruguay fue de menor a mayor desde ambos puntos de vista hasta llegar a una final que consolida el cuarto puesto del último mundial. Y Paraguay…
Este Paraguay es un caso único en la historia. No solamente es el primer equipo que llega a la final de la Copa América sin ganar ningún partido, sino que también es el primero que llega habiéndose enfrentado con tan solo 3 equipos: Brasil, Ecuador y Venezuela. Con ellos compartió la fase de grupos y, tal como se dieron todos los resultados de la Copa, también debió enfrentar al “Scratch” en cuartos y a la “Vinotinto” en semis.
Con la llegada de Martino, la selección paraguaya tuvo una gran primera rueda de eliminatorias, incluyendo victorias importantes como frente a Brasil y Chile (en este caso de visitante y por goleada) y empate en el Monumental con Argentina. Parecía haber logrado combinar la histórica garra guaraní con el buen juego que los llevó a ocupar durante varias fechas el primer lugar de las eliminatorias.
De ahí en más, el equipo del “Tata” bajó muchísimo su nivel. A pesar de terminar terceros en las eliminatorias, y de haber llegado a cuartos de final del Mundial, los resultados partido tras partido no fueron los mejores. Es más, de los últimos 10 partidos oficiales (Copa Mundial 2010 y Copa América actual) solamente ganaron 1, empataron 8 y perdieron el restante.
Salieron victoriosos en el segundo partido de la fase de grupos del mundial (victoria frente a Eslovaquia 2-0) mientras que perdieron con España en cuartos 1-0, a pesar de haberle complicado muchísimo la vida al equipo que posteriormente se consagró.
En el presente torneo, mereció ganarle en la primer ronda a Brasil (se lo empataron sobre el final) y a Venezuela (otro empate en los últimos minutos, después de haber ido ganando 3-1 hasta el minuto 89 del partido). Otra historia fue la segunda ronda, el equipo jugó tan mal que solamente los penales hicieron que los guaraníes siguieran con vida. Hasta el DT y el arquero Villar resaltaron que “fue puramente una cuestión de suerte” no haber sido goleados frente a Brasil y Venezuela.
La suerte está al orden del día en esta Copa. También la efectividad. Parece que la presencia de Ortigoza en la selección hizo que todos afinaran la puntería en los penales… Si Bianchi tenía el teléfono de Dios, ¿Martino el de quien tendrá?
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