San Antonio Spurs le pegó un baile impresionante a Miami Heat en el tercer juego de las Finales de la NBA. Lo venció 113-77, a partir de los 16 triples anotados (marca de finales de liga) en 32 intentos. El otro Big Three, compuesto principalmente por Gary Neal y Danny Green¸ con el acompañamiento estelar de Kawhi Leonard, le permitió ponerse 2-1 a los tejanos en la serie.
El segundo trío más ganador de la historia, compuesto por Emanuel Ginóbili, Tony Parker y Tim Duncan, había mancado en el segundo juego. Los 19 puntos de ventaja final para que Miami igualase la serie, auguraban una respuesta desde el orgullo del mejor Big Three de Playoffs, sólo superado por el trinomio Magic Johnson, Kareem Abdul-Jabbar y Michael Cooper, en cantidad de victorias en post-temporada.
En el primer cuarto las estrellas de los Spurs se pusieron al frente. Con Duncan y Ginóbili agresivos, atacando repetidamente la canasta, más el aporte de Parker en el manejo de la pelota, los locales comenzaron con una ventaja de 11-3, rápidamente recortada por Miami para quedar 15-12 abajo. SuperManu se coló en la pintura, y clavó una tremenda volcada a dos manos para levantar al AT&T Center. Con Dwyane Wade cargando la ofensiva visitante, el parcial del período inicial finalizó con ventaja de SA por 4 (24-20).
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Para el segundo cuarto, el local enseñó su principal arma secreta: Gary Neal, emergió de la banca para anotar un par de triples, y aumentar la ventaja a 10 (40-30), la máxima de la serie hasta aquel momento de los Spurs. Greg Popovich desde la banca estalló de furia ante cada pérdida, porque esa había sido la clave de la gran ventaja conseguida por el Heat el partido pasado. Un par de errores en los pases, redujeron la ventaja a tres unidades, pero una gran jugada defensiva de Green, taponando nada más ni nada menos que a LeBron James, derivó en un contragolpe a toda máquina, para un triple “at the Buzzer” de Neal. 50-44 a favor del local al término de la primera mitad.
El pistolero irresponsable de los tejanos culminó esa primera parte con 14 puntos, con un ya impresionante 4-6 en triples. La defensa sobre The King fue brillante. Obligándolo a pasar, o tirar muy forzado, el MVP de la temporada regular anotó solo 4 tantos. La estrategia de darle el tiro externo tanto a James como a Wade pasando las cortinas por atrás, le dio grandes dividendos al elenco local. Mike Miller aportó algunas soluciones desde el banco con 9 puntos, perfecto en 3 intentos detrás de la medialuna (terminó con 15 puntos y 5-5 de tres).
En el segundo juego de la serie, Miami sacó la diferencia decisiva en el tercer cuarto a través de una gran presión defensiva, y con varios triples. El Heat se vio en un espejo, en el mismo período de este partido. San Antonio forzó todavía más las clavijas de un sistema eficiente para evitar los puntos en la zona, y sacó una gran ventaja a partir de esa defensiva, pero coronado con una noche de otra dimensión, más precisamente de tercera dimensión, anotando a un ritmo altísimo detrás de los 7,25 mts. A pura bomba, la ventaja llegó a ser de 21 (73-52), maquillada sobre el cierre del tercer cuarto por LeBron, para dejar el marcador al cabo del 75% del juego en 78-63 a favor de SA.
Pero si Erik Spoelstra planeaba una arremetida, entre Neal y Green, las dos grandes figuras de la noche, se encargaron de romper esa ilusión con 2 triples de Gary, y un simple de Danny.
“San Antonio siente que tira a una pileta olímpica” decía Alejandro Montecchia (si sabrás de triples en finales, Puma) en la transmisión televisiva. Green y Neal se disputaban el premio al triple más forzado. Más de uno, de los 16 anotados por San Antonio, fueron lanzados desde bastante más de 8 metros. Cualquier cosa parecía que iba adentro. Esos 16 triples anotados en 32 intentos, son una marca histórica en las Finales de NBA. Green terminó con 27 tantos (7-9 de tres), Neal con 24 (6-10) y Leonard con 14, más 12 rebotes. Entre este inusual “Big Three”, anotaron 65 de los 113 de Spurs en el partido. Solamente Duncan pasó la decena (marcó 12), además de su aporte en los tableros con 14, siete de ellos ofensivos. Manu aportó 7 puntos, 6 asistencias, y 2 rebotes en 23 minutos de acción. Esta diferencia (37 puntos), es la tercera más amplia en la historia de las finales de la mejor liga de básquet del planeta.
¿Qué esperar de una serie en la que hubo tantas diferencias en los últimos 2 juegos? Los ajustes finales por parte de los dos entrenadores. Ya vieron, tanto Spoelstra y Popovich, como lastimar a sus adversarios. Asfixiante presión defensiva por parte de Miami, más cerrado en la llave el trabajo de San Antonio para impedir el ingreso de Wade y LeBron. Los de Texas tienen que seguir manejando el esférico a nivel Premium , mientras que los de Florida no pueden estar tan flojos desde afuera. Seguramente veamos más minutos todavía de Allen y Miller en cancha. En estos Playoffs, ante cada derrota Miami contestó con una victoria incontestable por más de 10 puntos. Cada duelo es una historia diferente, y ambos equipos lo saben.
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