El jueves todo comienza. El pie de Matt Prater o el de Justin Tucker será el encargado de que haya un partido de NFL luego de 214 días sin actividad oficial. Pero antes, y esperando que todos hayan leído las cuatro partes de “NFL for Dummies“, hacemos el análisis previo de cada una de las ocho divisiones que hay en la liga.
Comenzamos con la AFC Norte, conferencia que tiene al campeón, Baltimore Ravens, que debutará este jueves a las 21:30 con televisación en vivo de ESPN 3 (repite a la 1:00 am por ESPN). A pesar de las idas de Ray Lewis (retirado) y Ed Reed (ahora en Houston), la defensiva se muestra fortalecida con las llegadas de los experimentados LB Elvis Dumervil y Daryl Smith, y de los novatos Matt Elam (S), Arthur Brown (LB) y Brandon Williams (DT). En ofensiva, más allá de lo que suceda con el ataque terrestre de Ray Rice, habrá que ver cómo se las arreglará el QB Joe Flacco sin dos de sus armas principales el año pasado: el WR Anquan Boldin (a San Francisco) y el TE Dennis Pitta (lesionado). El enemigo principal es Cincinnati Bengals, que, sin contar lo que sumó en el draft, mantuvo la base del equipo que, por segundo año consecutivo, se clasificó a playoffs. Pittsburgh, por su parte, tuvo un receso discreto, casi sin incorporaciones rutilantes, pero trabajando para regresar a playoffs tras no clasificarse en la última tempoada. Por su parte, los Cleveland Browns, que están mejor a la defensiva que a la ofensiva, buscarán mejorar su marca de 5-11 del año pasado.
En la AFC Oeste está el otro candidato principal y rival de los Ravens en el debut (y justamente derrotados por ellos en playoffs): Denver Broncos, que tiene un ataque liderado por Peyton Manning mejor o igual que el del año pasado, pero que en defensa sentirá la ida de Dumervil, y la suspensión por 6 encuetros a Von Miller, siendo este uno de los puntos por mejorar. Se espera que domine la división ya que enfrente tendrá tres equipos en reconstrucción: Oakland, Kansas City y San Diego. De hecho, estos dos últimos tienen nuevo entrenador en jefe.
Otra situación de disparidad se ve en la AFC Sur, ya que los Texans y los Colts (en ese orden) están por encima de los Titans y los Jaguars. La escuadra de Houston sigue casi con las mismas piezas del año pasado, y la intención es llegar, de mínima, a finales de conferencia. Indianapolis se encuentra en una situación similar, aunque ellos aún están en etapa de crecimiento (Andrew Luck enfrentará recién su segundo año). Tennessee quiere ser el tercero en discordia, pero aún tiene que afianzarse, ya que gran parte del equipo cambió. Y Jacksonville está en el inicio de una nueva era.
En la AFC Este los eternos candidatos, los New England Patriots, son una incógnita, ya que su cuerpo de receptores es nuevo. Con Wes Welker en Denver, Rob Gronkowski de lesión en lesión, y Aaron Hernández en la cárcel, todo parecería indicar que el nuevo blanco predilecto de Tom Brady es Danny Amendola. Salvo por estos pequeños grandes detalles, mucho no ha cambiado por allí. El equipo que tendría que aprovechar el río revuelto en Foxboro es Miami, tal como sucedió en 2008, cuando Brady se rompió los ligamentos cruzados en el encuentro inicial. Pero los Dolphins son aún un equipo en desarrollo, y no se sabe hasta qué punto podrá hacerle sombra a los Pats. Buffalo es un interrogante, debido a las caras nuevas que presenta, y New York Jets es una certeza, pero negativa, ya que es uno de los candidatos a ser el primer pick del próximo draft.
En las cuatro divisiones de la Conferencia Nacional no se ven desniveles. De hecho, 15 de los 16 equipos, algunos con más chances y expectativas que otros, tienen posibilidades para obtener alguno de los 6 boletos disponibles para los playoffs.
La NFC Oeste es la única conferencia que tiene a un equipo ya prácticamente descartado (aunque en la NFL a Prácticamente le dieron cadena perpetua), Arizona, que inicia una etapa de reconstrucción, y, a menos que Carson Palmer vuelva a ser el que era en su anteúltima temporada con los Bengals, es difícil que esté en la lucha por el wildcard. San Francisco 49ers, por el contrario, es el candidato natural a salir primero. No cambió mucho y es muy probable que el último subcampeón, de la mano de Colin Kaepernick, juegue en enero próximo. El mismo caso que Seattle Seahawks, que busca, bajo el liderazgo dentro del campo de juego de Russell Wilson y una de las hinchadas más ruidosas del país (algo que se ve también con el fútbol), llegar como mínimo a las finales de conferencia. St. Louis, por su parte, buscará colarse en el medio de estos dos equipos para complicarles la vida, tenendo un equipo balanceado en ambas facetas.
En la otra costa, no se ve nada definido. Washington Redskins, último monarca divisional, tiene como incógnita el hecho de que su impresionante QB, Robert Griffin III (como adelanto, este viernes será protagonista del post de la previa), viene de una rotura de ligamentos cruzados, y no se sabe si tendrá el nivel del año pasado, cuando fue declarado “Novato del Año”. New York Giants tiene un buen ataque liderado por Eli Manning, pero en defensiva las cosas se pueden poner un tanto más complicadas. Dallas Cowboys buscará por fin concretar lo que suele insinuar cada año, de la mano del discutido Tony Romo. Y Philadelphia, un equipo que se encuentra en terapia intermedia, cuanta con nuevo head coach.
En la NFC Norte también habrá una lucha intensa, más allá de que los Green Bay Packers, liderados en la cancha por Aaron Rodgers, son grandes candidatos a lograr el tercer título divisional consecutivo. Minnesota busca depender menos de su as de espadas, Adrian Peterson, que logró la segunda mejor marca histórica en yardas terrestres en una temporada (2097), logrando un rendimiento más balanceado en ataque. En la senda contraria está Detroit, que en pases, gracias a Calvin Megatron Johnson, está muchísimo mejor que en corridas. Por su parte, Chicago quiere tener mayor regularidad a la hora de manejar el balón.
La AFC Sur no tiene un candidato fijo. Es cierto, el año pasado Atlanta Falcons fue uno de los más equilibrados no sólo de la división, sino también de la liga misma, al punto que peleó hasta el final contra los Niners. Pero tiene que vérselas con unos New Orleans Saints que recuperan a su entrenador tras ser suspendido porque uno de sus colaboradores ofrecía recompensas a los defensivos si lesionaban a sus rivales, pero que tienen que mejorar cuando Drew Brees y compañía no tengan el balón; y a Carolina y a Tampa Bay, que si bien están aún en crecimiento, tienen dos armas envidiables y con potencial: el QB Cam Newton, y el RB Doug Martin, respectivamente.
En Denver comenzará esta historia de 21 capítulos. ¿Quién de los 32 equipos logrará alzarse con el Trofeo Lombardi?
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