La NBA, campeonato de básquet más importante y competitivo del mundo, se encuentra inmersa en un conflicto patronal que amaga con su inicio y ya hizo hasta suspender varios amistosos previos a la Temporada Regular. Mientras, nuestra Liga Nacional, no para de crecer y revalorizarse respaldada en el éxito de una Generación Dorada que no cesa de triunfar y, encima, con jugadores del campeonato casero.
La liga estadounidense tiene un dilema nada menor. En Norteamérica, lo que acá son clubes allá son franquicias, con intereses mucho más económicos que deportivos. Las autoridades de la National Basketball Asotitation aseguran que 22 de las 30 franquicias que participan en la liga tuvieron pérdidas la última temporada y le generaron un déficit de 300 millones de dólares al organismo. A partir de allí, los dueños de cada equipo decidieron llamar a “lock out” y negociar con el sindicato de los jugadores una reducción de salario para eliminar dicho déficit.
De 4 mil millones que ingresan a la NBA, un 57% se va en salario de jugadores. Las autoridades quieren achicar este porcentaje a un 46, cifra que para nada convenció a los basquetbolistas que sólo bajarían hasta un 53%. Después de varias reuniones, la cifra de los directivos subió hasta 47. El acuerdo aun no existe, varios amistosos ya fueron cancelados y si para el 10 de octubre no hay solución, ya se decidieron suspender las primeras dos semanas de Temporada Regular, cuyo comienzo estaba pautado para el 1º de noviembre. Entretanto, varios jugadores amagan con emigrar a Europa o China, donde les ofrecen altos contratos si el conflicto no se soluciona. Todo mal en yankeelandia.
Mientras, en Argentina, la Liga Nacional de Básquet ya comenzó y con más motivación que siempre. Las presencias de “Pepe” Sánchez, Leiva, Quinteros más Juan y Leo Gutiérrez, campeones recientemente en el Preolímpico salvo Leo por un lesión, le dan prestigio a un campeonato que no para de crecer junto a su selección, gracias a la importancia que se les está brindando, como alguna vez sugirió el entrenador León Najnudel (¡y con cuánta razón!). Cada vez hay jugadores con mejor nivel en la LNB, no sólo por los que se forman acá, también por los que empiezan a tener interés en venir. A nivel técnico, el campeonato ya se equiparó con las ligas europeas, falta pegar el salto en el aspecto físico.
Y como si esto fuera poco, la ilusión se potenció al máximo: ante el inminente y mencionado conflicto en la NBA, Luis Scola y Manu Ginóbili amagan con volver a jugar al país sino se destraba la situación. Emanuel se encuentra entrenando en Bahía Blanca, en las instalaciones del club Estudiantes del que su amigo “Pepe” Sánchez es jugador y dirigente. De todos modos, su verdadero horizonte sería el Kinder Bologna de Italia, club en el que supo brillar antes de su paso por los Spurs y donde lo esperan con los brazos abiertos. Lo de “Luifa” está más cerca: “No descarto jugar en la Liga Nacional, si en dos semanas no hay solución lo pienso bien”. Imposible no ilusionarse.
El asunto en ambos hemisferios está lejos de ser similar. En EE.UU., se pelean como locas, porque nadie quiere ser menos millonario que el otro. Acá, con mucho menos presupuesto pero mucho más amor al arte, todo está creciendo y valorizándose. Triste para los que aseguran que lo de afuera siempre es lo mejor y lo de acá es una mierda. Pero bueno, tendrán que molestarse con este presente.
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