Con el retiro de Paul Scholes, solamente queda Ryan Giggs de aquel glorioso Manchester United que alcanzó la Triple Corona en el 99 y del cual algunos jugadores también formaron parte del equipo que ganó todo en el 2008.
Sir Alex Ferguson llegó en 1986 al Manchester United en una situación muy diferente a la actual: los directivos del club decidieron echar a Ron Atkinson temiendo que el equipo pudiera descender.
Las primeras campañas del ya histórico manager no fueron buenas (logró dos onceavos puestos y una cuarta ubicación) y estuvo al borde del abismo, pero lo salvó la FA Cup que le ganó al Cristal Palace, en 1990. De ahí en más, el galés comenzó a escribir la página más gloriosa de la historia del club inglés.
Con él, comenzó un período de explotación de canteranos como David Beckham, los hermanos Neville, Nicky Butt y Paul Scholes. Jóvenes que, combinados con históricos como Eric Cantona, Steve Bruce y Roy Keane, lograron algo histórico para ese momento: obtuvieron la Liga y la FA Cup en dos temporadas consecutivas, las 93-94 y 94-95.
Pero la verdadera gloria la alcanzarían en la 98-99. La Premier League alcanzada tras ganarle al Tottenham Hotspur 2-1, la victoria en la FA Cup frente al Newcastle 2-0 y la histórica final que le ganaron al Bayern Münich 2-1 le daría al Manchester United un lugar en la historia del fútbol inglés que ningún otro equipo pudo alcanzar hasta el momento: ser el primero en ganar la Triple Corona.
Encima le ganó la Copa Intercontinental al Palmeiras 1-0, dándole al conjunto de Ferguson 4 de los 5 campeonatos que disputó esa temporada.
Pero sin dudas el encuentro más emotivo de esa temporada (e incluso considerado por muchos el más emocionante de la historia) es aquella final que le ganó de forma milagrosa al Bayern Münich 2-1, tras ir 0-1 hasta el minuto 90.
Los goles de Teddy Sheringham y Olé Gunnar Solskjaer, ambos ingresaron desde el banco de suplentes, le dieron la primer Liga de Campeones a Ferguson y la segunda al Manchester United en su historia.
Aquella noche Ferguson paró a: Peter Schmeichel; Gary Neville, Jaap Stam, Ronny Johnsen, Denis Irwin; Ryan Giggs, Nicky Butt, David Beckham, Jesper Blomqvist; Andy Cole y Dwight Yorke.
En ese encuentro los cambios le funcionaron a la perfección al manager, ya que los ingresantes Sheringam (en lugar de Blomqvist) y Solskjaer (por Cole) le dieron el título.
De los 13 jugadores que disputaron aquella final solamente los mediocampistas titulares siguen en actividad. Ryan Giggs continúa en el Manchester (club donde jugó toda su vida) y planea retirarse a fin de temporada. Por su parte, Nicky Butt abandonó el Newcastle inglés en el 2010 para irse a Hong Kong, donde se desempeña en el South China AA. David Beckham está en los Ángeles Galaxy y Jesper Blomqvist juega en el Persebaya 1927 de Indonesia.
Por otro lado, el resto del equipo dejó la actividad del fútbol, la mayoría alejados de Manchester. Los únicos que se retiraron en el United fueron Solskjaer, debido a las lesiones que lo aquejaban, y Gary Nevill. El arquero Peter Schmeichel se retiró en el 2003 en el eterno rival, el City; Irwin en el Wolverhampton; Andy Cole en el Nottingham Forest; Yorke en el Sunderland y Sheringham en el Colchester United, todos de Inglaterra. Mientas que Stam se retiró en el Ájax de Holanda y el noruego Johnsen en el Valerenga de su país.
El último fin de semana anunció su retiro Paul Scholes, quien estuvo en el banco de suplentes en aquella gloriosa final y que también ganó la Champions League en el 2008, al igual que Ryan Giggs, quien, junto a Alex Ferguson, son los únicos sobrevivientes de ambas hazañas.
Con los inminentes retiros de Giggs y Ferguson (ambos se irían al final de la temporada) se acaba la camada más gloriosa de la historia del Manchester United. ¿En unos años estaremos hablando de la misma forma de la actual?
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