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Manchester City: de murga a equipo

En una galaxia muy lejana a la nuestra,  se encuentra entre decenas de estrellas un club popular que ha encontrado hace algunos años su redención en un grupo empresario árabe archimillonario. Pero la noticia no es que el Manchester City este rodeado de petrodólares, sino que ha llegado ya a su segunda etapa de evolución.Hoy los Citizens son los punteros de la Premier League por encima de sus eternos rivales rojos y son los candidatos más fuertes a quedarse con uno de los títulos de más tradición en el mundo. Antes que nada, vale aclarar que es despreciable cualquier movida que desnaturalice al deporte, como considerar a los clubes sociales como propiedades privadas, haciendo que se pierda la escencia misma de inclusión y fomento que tienen las instituciones de interés público, y la situación se torna mucho peor si encima el dueño es un grupo empresario de Emiratos Árabes. Cual Charmander transformándose en Charmeleon, el City ha logrado evolucionar en su juego para dejar de ser un corso a contra mano lleno de grandes futbolistas sueltos y empezar a ser un equipo formado y con identidad. Este proceso de crecimiento encontró sus primeros frutos en la concecución de la FA Cup de la temporada pasada, junto con el gran rendimiento de Carlos Tevez que consiguió nada menos que 44 goles, dejando al equipo muy bien parado de cara a la siguiente cosecha. Algo similar ocurrió hace algún tiempo con la llegada de Roman Abramovich al Chelsea. El club londinense en principio, compraba jugadores a rolete sin ton ni son, pero siempre por mucho dinero, sin embargo jamás pasaba del cuarto puesto en la Premier y se notaba la falta de grandeza. Todo cambió tras la llegada de José Mourinho, quien les dio a los Blues una idea, un orden y un funcionamiento para transformarlo en uno de los mejores equipos de Europa. La clave de la transformación está decididamente en el banco de suplentes. Desde la llegada de Roberto Mancini, los ciudadanos dejaron de comprar los jugadores más caros del mercado dispuestos a aterrizar en el club para empezar a comprar con sentido y sabiendo lo que el equipo necesitaba. Gracias al tano, Manchester logró que haya una idea de juego asociado con lapsos de 15 o 20 minutos de fùtbol de alto vuelo incluídos. Este funcionamiento fue posible gracias al gran rendimiento individual al servicio del equipo de varios jugadores por línea: En el arco, el nombre ha sido constantemente el de Joe Hart, un hombre capaz de un pésimo y un grandioso nivel afortunadamente para él en ese orden. No es un arquero que cierre la cortina, pero ha encontrado cierta solidez y hoy es importante no solo para los celestes, sino para la Selección Inglesa que no saca un arquero como la gente desde Seaman. En el fondo sin dudas el nombre propio es el de Vincent Kompany, de soberbia actitud, firme y solvente en la gran mayoría de los partidos disputados esta temporada. El belga es acompañado casi inalterablemente de Lescott, Clichy y Micah Richards, los cuales generan una línea defensiva suficiente al menos para no ser penetrados con facilidad por ningún equipo inglés. Los estandartes del medio son varios; Yaya Toure, bestia, gran jugador ex Barcelona que ha conseguido amoldarse rápidamente al equipo haciendo un buen trabajo de ida y vuelta e incluso llegando a gol esporádicamente. Quien acompaña en el medio es Gareth Barry, un generoso y siempre presto jugador inglés de muy buena pegada, a quien no le tiembla el pulso a la hora de defender. Los encargados de la verticalidad son varios, pero el único número puesto es el crack español David Silva, quien es acompañado de jugadores de mucha ida por las bandas, buen pie, polifuncionalidad y mucho gol, como son James Milnes, Samir Nasri y Adam Jonshon. En el ataque las cosas están clarísimas, tras el cuelgue de Carlos Tevez, Mancini salió apurado a buscar otro crack argentino que lo supliera sobre todo en cuanto a goles. Así fue que Sergio Agüero llegó al club con la temporada ya empezada algunos partidos. El Kun lleva hechos 14 goles en 17 partidos y es el goleador del City. Es acompañado habitualmente por el bosnio Edin Dzeko, un jugador que tiene todas las características de un gran número 9 y que lleva hechos 10 goles en esta temporada. El tercero en discordia es el siempre polémico y altamente vende humo Mario Balotelli, que lamentablemente es un buen jugador de fútbol y lleva hechos 7 tantos. El debe de este grupo es sin duda el rendimiento continental. A nivel europeo, los Citizens no han logrado nada memorable y de hecho en esta misma temporada han sido eliminados de la Champions League quedando detrás del Bayern Munich y el Napoli en su grupo (como premio consuelo, se han clasificando a la Europa League por su tercer puesto). Para que la transformación se complete y este equipo se convierta en un Charizard inglés, deberá mantener este ritmo, conseguir finalmente la Premier League, o al menos pelearselo a los mejores, y en un futuro próximo comenzar a disputar seriamente los torneos europeos llegando a fases definitorias de Champions League. Será hasta entonces.

En una galaxia muy lejana a la nuestra,  se encuentra entre decenas de estrellas un club popular que ha encontrado hace algunos años su redención en un grupo empresario árabe archimillonario. Pero la noticia no es que el Manchester City este rodeado de petrodólares, sino que ha llegado ya a su segunda etapa de evolución.Hoy los Citizens son los punteros de la Premier League por encima de sus eternos rivales rojos y son los candidatos más fuertes a quedarse con uno de los títulos de más tradición en el mundo.

Antes que nada, vale aclarar que es despreciable cualquier movida que desnaturalice al deporte, como considerar a los clubes sociales como propiedades privadas, haciendo que se pierda la escencia misma de inclusión y fomento que tienen las instituciones de interés público, y la situación se torna mucho peor si encima el dueño es un grupo empresario de Emiratos Árabes.

Cual Charmander transformándose en Charmeleon, el City ha logrado evolucionar en su juego para dejar de ser un corso a contra mano lleno de grandes futbolistas sueltos y empezar a ser un equipo formado y con identidad. Este proceso de crecimiento encontró sus primeros frutos en la concecución de la FA Cup de la temporada pasada, junto con el gran rendimiento de Carlos Tevez que consiguió nada menos que 44 goles, dejando al equipo muy bien parado de cara a la siguiente cosecha.

Algo similar ocurrió hace algún tiempo con la llegada de Roman Abramovich al Chelsea. El club londinense en principio, compraba jugadores a rolete sin ton ni son, pero siempre por mucho dinero, sin embargo jamás pasaba del cuarto puesto en la Premier y se notaba la falta de grandeza. Todo cambió tras la llegada de José Mourinho, quien les dio a los Blues una idea, un orden y un funcionamiento para transformarlo en uno de los mejores equipos de Europa.

La clave de la transformación está decididamente en el banco de suplentes. Desde la llegada de Roberto Mancini, los ciudadanos dejaron de comprar los jugadores más caros del mercado dispuestos a aterrizar en el club para empezar a comprar con sentido y sabiendo lo que el equipo necesitaba. Gracias al tano, Manchester logró que haya una idea de juego asociado con lapsos de 15 o 20 minutos de fùtbol de alto vuelo incluídos. Este funcionamiento fue posible gracias al gran rendimiento individual al servicio del equipo de varios jugadores por línea:

En el arco, el nombre ha sido constantemente el de Joe Hart, un hombre capaz de un pésimo y un grandioso nivel afortunadamente para él en ese orden. No es un arquero que cierre la cortina, pero ha encontrado cierta solidez y hoy es importante no solo para los celestes, sino para la Selección Inglesa que no saca un arquero como la gente desde Seaman.

En el fondo sin dudas el nombre propio es el de Vincent Kompany, de soberbia actitud, firme y solvente en la gran mayoría de los partidos disputados esta temporada. El belga es acompañado casi inalterablemente de Lescott, Clichy y Micah Richards, los cuales generan una línea defensiva suficiente al menos para no ser penetrados con facilidad por ningún equipo inglés.

Los estandartes del medio son varios; Yaya Toure, bestia, gran jugador ex Barcelona que ha conseguido amoldarse rápidamente al equipo haciendo un buen trabajo de ida y vuelta e incluso llegando a gol esporádicamente. Quien acompaña en el medio es Gareth Barry, un generoso y siempre presto jugador inglés de muy buena pegada, a quien no le tiembla el pulso a la hora de defender. Los encargados de la verticalidad son varios, pero el único número puesto es el crack español David Silva, quien es acompañado de jugadores de mucha ida por las bandas, buen pie, polifuncionalidad y mucho gol, como son James Milnes, Samir Nasri y Adam Jonshon.

En el ataque las cosas están clarísimas, tras el cuelgue de Carlos Tevez, Mancini salió apurado a buscar otro crack argentino que lo supliera sobre todo en cuanto a goles. Así fue que Sergio Agüero llegó al club con la temporada ya empezada algunos partidos. El Kun lleva hechos 14 goles en 17 partidos y es el goleador del City. Es acompañado habitualmente por el bosnio Edin Dzeko, un jugador que tiene todas las características de un gran número 9 y que lleva hechos 10 goles en esta temporada. El tercero en discordia es el siempre polémico y altamente vende humo Mario Balotelli, que lamentablemente es un buen jugador de fútbol y lleva hechos 7 tantos.

El debe de este grupo es sin duda el rendimiento continental. A nivel europeo, los Citizens no han logrado nada memorable y de hecho en esta misma temporada han sido eliminados de la Champions League quedando detrás del Bayern Munich y el Napoli en su grupo (como premio consuelo, se han clasificando a la Europa League por su tercer puesto).

Para que la transformación se complete y este equipo se convierta en un Charizard inglés, deberá mantener este ritmo, conseguir finalmente la Premier League, o al menos pelearselo a los mejores, y en un futuro próximo comenzar a disputar seriamente los torneos europeos llegando a fases definitorias de Champions League.

Será hasta entonces.