Tarde semi gris sobre el barrio de Núñez. El Monumental se va poblando de a poco y la escenografía en el barrio de Núñez no deja lugar a dudas. El asterisco de los Red Hot Chili Peppers se reproduce con una densidad mayor a dos por baldosa. Es una invasión. Claro, la banda de Anthony Kiedis, Flea, Chad Smith y, ahora, de Josh Klinghoffer vuelve a la Argentina una década después de un show que los dejó en deuda con nuestra gente.
Suena Jauría, bromea Wallas con “Massacre” y, hay que decirlo, “Foals” no convence a nadie, incluso, su líder le realiza fuck you al público que le grita de todo. Nada importa. El Monumental, en un 70% repleto, apaga sus luces y, otra vez, entre nosotros, los Red Hot Chili Peppers.
Anthony con una remera roja y una gorrita, además de su look de bigotes, pelo a un costado como pegado. Flea luce un enterito turquesa brillante (si es que eso existe), Josh está vestido íntegramente de negro, con pantalanos sueltos y una remera que nada dice. Chad ingresa con una mameluco entre azul y violeta y su clásica gorra. Son ellos, los Red Hot Chili Peppers. Y vienen por su revancha.
“Monarchy of Roses” segundo corte difusión de “Im With You” y hit radial del momento rompe el hielo. River sucumbe ante el bajo vertiginoso de Flea, la voz de Anthony y los movimientos rayanos con lo epiléptico de Josh. De pronto, cuando “Cant Stop” comienza a sonar parece que John Frusciante no se fue jamás. Ahí sí, River se cae.
“Charlie” del brillante “Stadium Arcadium” continua la lista y con “Otherside” los Chili Peppers se meten en el bolsillo –aún más- a la gente. “Look Around” del nuevo disco da paso a “Dani California” otro hitazo del antecesor de este flamante “I’m With You” gana la noche. Los Peppers están en llamas arriba y la gente abajo responde de igual manera.
Sin quererlo ya pasaron siete temas, parece que apenas fueron dos. Vértigo, ritmo, funk y una estirpe bien Chili Peppers es lo que devuelve el escenario de una banda que vomita un hit tras otro. “Under The Bridge” inoxidable clásico de “Blood Sugar Sex Magik” le pone un poco de sosiego y encendedores a la noche de River.
El sonido es bueno y, Flea dice “Este tema esta en el nuevo disco. Se llama Factory Of Faith” y ahí los Peppers desandan los temas nuevos que los muestran como una banda vigente que podrá cambiar de violero, pero no de esencia. Desde el sector de prensa, se ve un campo que literalmente se levanta cuando “Throw away your televisión” hace sucumbir al Monumental. “Este tema es para tu” dice Flea y suena el hit “The adventures of Rain Dance Maggie”, corte difusión del último disco de la banda.
Más allá de venir a presentar su último trabajo, los Peppers armaron una lista para reconciliarse con el público argentino. No fue el disco nuevo mechado con algunos clásicos, fue una batería de hits sazonadas por los temas de “Im With You” un público en llamas les devolvió el favor.
Luego llegó un trío de hitazos “viejitos” que hicieron mover el cemento del Monumental “Right On Time” (Californication), “Blood Sugar Sex Magik” (Del disco homónimo) y “Higher Ground”, también de su placa de 1994. River detonó, bailó y fogueó de lo lindo con estos tres temas históricos de los Peppers.
“Californication”, clasicazo de la banda que en su momento marcó el renacimiento de los Peppers tras una etapa tormentosa y “By the Way” del disco homónimo que reconfirmó a la banda en los primeros planos hizo temblar el estadio con una línea de bajo de Flea que es súper distintiva de los californianos.
Corte, banda que se va y el show, lamentablemente, sólo le quedaban los bises. Para seguir con la tendencia, primero los Peppers tocaron “Dance, dance, dance”, quizás el tema menos Peppers de la nueva placa tema que vio como Flea entraba haciendo la vertical al escenario.
Los últimos dos temas de la noche fueron “Paralell Universe” también de Californication y el inoxidable hit “Give It Away”. Para el cierre hubo un Anthony que salió corriendo del escenario, un Josh que se esfumó, un Flea que agradeció en castellano y un enorme Chad que se tomó el trabajo de ir punto por punto del escenario, golpeándose el corazón, señalando a la enfervorizada multitud.
Los Peppers en apenitas un poco más de hora cuarenta de show borraron de un plumazo todas las dudas que habían dejado en 2001 y brindaron un show acorde a su épica funk: vertiginoso, plagado de hits, rítmico, vibrante, espectacular y, sobre todo, inolvidable. Ahora entiendo a Lenny cuando gritó: ¡Queremos a los Chili Peppers! En Argentina también los queremos.
Lista de temas del show de Red Hot Chili Peppers en River
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