A raíz de los disturbios que la mayoría de los medios argentinos califica falsamente como vandálicos, se han suspendido partidos por la Championship League y el amistoso entre Inglaterra y Holanda, con sede en Wembley. También corre riesgo el comienzo de la Premier League preparado para este fin de semana.
Desde la confusa muerte de Marcos Duggan el último sábado a manos de la policía londinense, se han desatado una serie de reclamos y protestas efusivas de parte de grupos de jóvenes contra lo que en Argentina llamamos “gatillo fácil” en este caso con un agravante racista. En 1985, tras el asesinato de un inmigrante caribeño negro tras un allanamiento policial tampoco esclarecido, se vivió una situación semejante repleta de disturbios, por lo que lo sucedido estos días no resulta ninguna novedad.
Duggan, un joven de 29 años, viajaba en taxi y fue intervenido por la policía londinense. De buenas a primeras terminó siendo asesinado en medio de una danza de balas en el barrio de Tottenham. Los uniformados no han podido dar una explicación de su muerte, pero basados en sus antecedentes racistas, los jóvenes han decidido tomar cartas en el asunto, en forma no de vandalismo, sino de protesta significante.
Los partidos por la Championship League suspendidos son: Charlton Athletic-Reading, West Ham United-Alderchot Town, Crystal Palace-Crawley Town y Bristol City-Swindon Town. Todos de localía londinense por supuesto. Además, el encuentro más atractivo de todos, el amistoso entre Holanda e Inglaterra también fue cancelado, ya que todo hace pensar que los disturbios no cesarán pronto y estos escenarios pueden usarse como plataforma para las protestas de los manifestantes.
Este tipo de suspensiones alivianan un poco la realidad, es decir que el fútbol afortunadamente no está por encima de todo, y que el show no debe continuar si la problemática social no lo dispone así.
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