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Los Cinco de Rock ‘N Ball: Temas que hablan del fasooooo!

Bueno hoy vamos a hablar de 5 temas que hablan del faso...Sí, hay miles, pero humildemente elegimos cinco. ¿Cuál es tu ranking? ¿Estás de acuerdo con el nuestro? Esperamos tus opiniones, cuando bajes, claro...

 

Otra vez los 5 de Rock  ‘N Ball para conjeturar junto con tu amable comentario que os parecen aquellas cuestiones que, reunidos en 5 ejemplos, dejan entrever la trama de un suceso o problemática que nos aquejan en esta PeRRA visa ViDa (tengo q pagar tarjeta o si no me echan de saca, lo cual, en un punto estaría bueno, pues, pagar las miseria reproductoras  de la visa –vida, digo- no llevan a ningún lugar- el guión no va, ya lo puse y estoy escribiendo de corrido porque mientras estoy mirando a Cristina en el Ducó despedazado casi como la mismísima Argentina. Ahora está llorando pero dice ” Basta! No los quiero poner tristes” mientras unos sordos bombos están dale que dale. Me olvidé pero me acordé enseguida de lo que estaba escribiendo. Los 5 de rockandball. Un tema particular que el rock se encargó, de un modo u otro, de posicionarlos como propios (ahora estoy escuchando la marcha clásica peronista interpretada por Hugo del Carril. No va más, (me parece q me olvidé un paréntesis) tenemos que hablar del tema: Porro, si faso. Temas que hablan de la marihuana. Como dijo alguien.

Pero la cuestión la vamos a poner in crescendo cronológicamente en dónde, curiosamente, vamos anotar algunas cuestiones que, a entender por Rock ‘N Ball, merecen la pena ser revisadas.

Uno: Chala Man. 1982, primer disco de los Abuelos ante el regreso de Miguel a la Argentina. Nueva formación y  nueva onda. El tema hace alusión al faso, hoy obvio, pero en el contexto represivo en que se encontraba el país por aquellos tiempos, resultaba casi un cuento mágico reproducido desde las catacumbas del entendimiento por unos poquísimos pocos. Un público entendido. Tal es así que el aparato censurador de la dictadura no lo prohibió porque ni se dio cuenta de que estaban hablando los chicos de Miguel Abuelo y compañía, un plato. Como dijimos, el público, poco, un gheto oscuro que sabía del porro. Hippies y locos. Unos pocos.

Dos: “Nada que perder”, Pericos. Más conocido por “Fumate una chala que está todo bien”. 1988, primer disco de Bahiano y los suyos (ahora no tan suyos). Hablan del tema (marihuana) en desprolijo inglés jamaiquino argentinizado. Plena primavera democrática, pero las cosas no estaban dadas por el momento. El tufillo represivo sobre algunas cuestiones tabú (oh! Palabra tan de moda por aquellos tiempos) daba por resultado que la explicites sobre el tema quede postergado hacia otros tiempos. De la primera canción nombrada, en donde el tema (marihuana) es hablado desde la total construcción metafórica, hasta el hermetismo idiomático de éste, no hay, si se quiere, mucha diferencia. Todavía, como se dijo, faltaba. Eso sí, ya para 1987 era difícil que desaparezcas o te peguen un tiro (O sí?) Preguntale a Julio López.

Tres: Años noventas. Mediados. Pleno rompimiento de culo de Carlos Menem. Lo que se dijo a su favor  (aquellos que quieren defender lo indefendible) fue que por aquellos años “nunca hubo tanta libertad de expresión”. A Calamaro se le ocurre “fumar un porrito” y “la libertad de expresión” le encaja un crol de derecha con un procesamiento por apología del delito. “estoy orgulloso de lo que dije, a comparación de lo que hacen los políticos” se despachó “El salmon”. Ahora sí, el tema se desnuda ante la mirada de una sociedad divida, apareciendo, como una sombra, el tema de la legalización del porro.

Cuatro: Kapanga, “Fumar”. Si, habla del fasoooo, de fumar faso. Se hace cargo. La cosa cambia. Cambia todo cambia. La letra, si se la estudia con detenimiento, habla desde un sujeto que está solo, es decir, un “incomprendido”, algo así como una vuelta al “estoy muy solo y triste acá en este mundo abandonado”. Tanguito lo decía por el rock. Kapanga por el faso. Pero no desde la apología abrupta y desmedida, sino más bien desde la mirada política que requiere de un salto cualitativo para hacerse cargo desde un colectivo, la cuestión que surge: todos por la libertad de fumar.

Cinco. “Mi flor”. Increíble si alguien se retrotraería 20 años y se encuentra con un vidente que nos dice que el cantante de Todos tus Muertos cantaría un tema a dúo con alguien de la “movida tropical “.  Nos hubiésemos cagado de risa los siguientes 20 años. No es prejuicio, sino que el rock, gradualmente supo salirse de su gheto (obviamente presionado en gran parte por los aparatos represivos sociales). El tema: cumbia (es decir, ese híbrido complejo que aquí, en Argentina llamamos cumbia) y marihuana, y el contenido de la misma. “es medicinal porque ella me cura cuando me pinta la locura”. Sin caretas, queda a la vista de todos que lo que gusta es de fumar para que pegue, nada más. Ningún argumento extra. Y nada de poética. Bueno, aquí estamos y cerramos aunque bien cabría decir que, desde esta corta mirada, que no alcanzaría (tendría que ser los 45 de rock ‘n ball, más o menos) a ver toooodo0 lo que se dijo desde el rock al respecto, bien podríamos cerrar el círculo que se abre con Miguel Abuelo y se cierra con la Villa cantándole al porro (por fin) abiertamente y un ex punk ahora rastafari se le suma en el coro para decir, por fin, sí, fumo porro y me gusta, lo que habla, más allá de del faso específicamente, es que de a poco, se pudo decir lo que se quería expresar. Algo así como una suerte de madurez de la sociedad que se ganó, después de tanta sangre, algún tipo de libertad de expresión. Algo se hizo. Los dejo con el tema.

Ahora bien, lo que cabria preguntarse como último lazo de pensamiento sobre esta nota es que si tomamos en principio y el fin de los 5 RNB-porro, surge preguntarse por qué el tema salió de la clase media (Miguel Abuelo era un marginal, pero anduvo por España, era todo un “artista ilustrado” y la banda tocaba para la clase media) para desembocar en la villa, lugar que, en todos estos años de recorridos, se fueron multiplicando.

Así como ganamos alguna libertad, la pobreza también afloró. Pienso, por lo menos.

Nos vemos.