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Liliam Thuram: Esa estrella negra

Liliam Thuram,  ese defensor central y lateral derecho de 1,85 metros que durante su carrera se encargó de romper los ataques rivales con eficacia, en la actualidad y desde el rincón de la escritura, la política y el estudio se encarga de descomprimir esa idea de que los deportistas tienen poco para decir. Nacido en Guadalupe (un pequeño archipiélago de las Antillas en el Mar Caribe pertenecientes a Francia) e hijo de madre soltera,  a los 9 años se mudó a Francia junto con sus cuatro hermanos. Durante su carrera vistió las camisetas del Mónaco, Parma, Juventus y Barcelona, equipo en el cual se retiró en 2008 debido a una enfermedad coronaria congénita. Una enfermedad que terminó con la vida  de su hermano mayor de 25 años . Sus otros dos hermanos padecen de lo mismo, al igual que su madre quien utiliza un marcapasos. mis-estrellas-negras-9788494008924 Un hombre que de niño quería ser cura, pero que se tropezó con ella y se enamoró perdidamente. No era una mujer, sino la redonda, que lo llevaría a conocer la gloria máxima al ganar el mundial de Francia 1998 con la selección local. En esa misma competencia fue una de las figuras,  acto que lo hizo ser uno de los futbolistas más codiciados por los clubes de gran importancia en Europa. Sin embargo, no se dejó llevar por los halagos y mantuvo su personalidad humilde. Es más, en esa época no se manejó con un representante ya que pensaba y decía: "El dinero lo falsea todo. Por esta razón no quiero tener un apoderado. Me gustaría encontrar un hombre de confianza, desinteresado, pero es imposible. El dinero cambia el sistema de valores". Siempre fiel a sus ideales  rechazó la tentadora propuesta de ser ministro durante el mandato del actual ex presidente de Francia Nicolas Sarkozy. Thuram se negó ya que temía transformarse en la cara visible de la integración, algo a lo que el gobierno de Sarkozy estuvo alejado. Siguiendo el instinto de sus pensamientos y de sus orígenes, Thuram se volvió también un referente actual de la lucha contra el racismo. Su libro titulado “Mis estrellas negras” presentado en octubre de 2012 es un fiel reflejo no sólo de sus experiencias vividas, sino también de otros personajes que vivieron para el mismo fin como lo hicieron Malcolm X y Luther King, entre otros. “La primera noción que se tiene de los negros en los colegios aparece con la clase sobre la esclavitud. Yo era el único negro que estaba en el aula rodeado de blancos, y me sentía angustiado, marcado con un hierro a fuego lento. Nadie me dijo nunca que hubo un filósofo negro, ni un científico, ni un soberano, ni un poeta, ni un pintor”, llegó a explicar el autor del libro. Inteligente, humilde, observador y cuestionador son algunas de las características de su personalidad que llegó  a manifestar durante su carrera. Una imagen del futbolista que rompe con los esquemas y que derrota esa idea ya antigua de que los jugadores de fútbol no tienen mucho por decir. Sin embargo, y por las dudas ahí está el, para lograr que esas estrellas negras también puedan percibirse en la oscuridad.

Liliam Thuram,  ese defensor central y lateral derecho de 1,85 metros que durante su carrera se encargó de romper los ataques rivales con eficacia, en la actualidad y desde el rincón de la escritura, la política y el estudio se encarga de descomprimir esa idea de que los deportistas tienen poco para decir.

Nacido en Guadalupe (un pequeño archipiélago de las Antillas en el Mar Caribe pertenecientes a Francia) e hijo de madre soltera,  a los 9 años se mudó a Francia junto con sus cuatro hermanos.

Durante su carrera vistió las camisetas del Mónaco, Parma, Juventus y Barcelona, equipo en el cual se retiró en 2008 debido a una enfermedad coronaria congénita. Una enfermedad que terminó con la vida  de su hermano mayor de 25 años . Sus otros dos hermanos padecen de lo mismo, al igual que su madre quien utiliza un marcapasos.

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Un hombre que de niño quería ser cura, pero que se tropezó con ella y se enamoró perdidamente. No era una mujer, sino la redonda, que lo llevaría a conocer la gloria máxima al ganar el mundial de Francia 1998 con la selección local. En esa misma competencia fue una de las figuras,  acto que lo hizo ser uno de los futbolistas más codiciados por los clubes de gran importancia en Europa. Sin embargo, no se dejó llevar por los halagos y mantuvo su personalidad humilde. Es más, en esa época no se manejó con un representante ya que pensaba y decía: “El dinero lo falsea todo. Por esta razón no quiero tener un apoderado. Me gustaría encontrar un hombre de confianza, desinteresado, pero es imposible. El dinero cambia el sistema de valores”.

Siempre fiel a sus ideales  rechazó la tentadora propuesta de ser ministro durante el mandato del actual ex presidente de Francia Nicolas Sarkozy. Thuram se negó ya que temía transformarse en la cara visible de la integración, algo a lo que el gobierno de Sarkozy estuvo alejado.

Siguiendo el instinto de sus pensamientos y de sus orígenes, Thuram se volvió también un referente actual de la lucha contra el racismo. Su libro titulado “Mis estrellas negras” presentado en octubre de 2012 es un fiel reflejo no sólo de sus experiencias vividas, sino también de otros personajes que vivieron para el mismo fin como lo hicieron Malcolm X y Luther King, entre otros. “La primera noción que se tiene de los negros en los colegios aparece con la clase sobre la esclavitud. Yo era el único negro que estaba en el aula rodeado de blancos, y me sentía angustiado, marcado con un hierro a fuego lento. Nadie me dijo nunca que hubo un filósofo negro, ni un científico, ni un soberano, ni un poeta, ni un pintor”, llegó a explicar el autor del libro.

Inteligente, humilde, observador y cuestionador son algunas de las características de su personalidad que llegó  a manifestar durante su carrera. Una imagen del futbolista que rompe con los esquemas y que derrota esa idea ya antigua de que los jugadores de fútbol no tienen mucho por decir. Sin embargo, y por las dudas ahí está el, para lograr que esas estrellas negras también puedan percibirse en la oscuridad.