No se pueden. Ni lo intenten. O sí, pero será cuestión de azar o de que estos monstruos tengan el peor partido de su vida. Barcelona hace trizas todos aquellos que asoman como “partido díficil”. Los hace trizas, los pulveriza, los minimiza y los humilla. Barcelona, en el camp Nou, se rió de un Atlético de Madrid que también venía encumbrado con dos 4-0 y un Falcao en llamas. A los 16 del PT ya ganaba 2-0. Villa y un golazo, otro gol en contra y fin del juego. ¿Dónde estaba la peligrosidad del Aleti? En Madrid se habrá quedado…
Empezó el concierto con Messi y Césc combinando siempre que podían, un Xavi gigante y un Thiago Alcántara que es crack y que aparece como el heredero de Xavi o de Iniesta. Le sobra material, jugadores y calidad. Si se le lesiona Iniesta, el Barça tiene a Césc y si este se resfría a Thiago Alcántara…No hay equivalencias
Porque si con eso no bastara como para sacar diferencias, también lo tiene a Messi. Y Messi, sólo, puede ganar un partido o un campeonato, lo que él decida. Claro. Messi es Dios. Al menos con este deporte que se juega con una pelota. Toca bien, se mueve, va, busca, viene, arma paredes, genera asistencias, le pega bien de afuera, de adentro y de costado. Hace todo y todo bien. Intratable. Quienes aún lo discuten deberán replantearse si entienden el fútbol.
Clavó el primero sobre el final del primer tiempo, como para que el Aleti se vaya a los vestuarios con un 0-3 encajado que le ponía al partido el rótulo de irreversible. El Barça es tan perfecto, tan hermoso, tan único que hasta por momentos aburre. Claro, la pelota viaja entre botín y botín blaugrana y sólo cambian los once ocasionales espectadores de lujo que en cualquier otra cancha del mundo serían rivales. En el camp Nou y ante el Barcelona no pasan de espectadores de lujo.
Luego Messi hizo un gol con su sello. Un slalom de derecha a izquierda y un Messi que buscó su perfil. Cualquier mortal busca el hueco parado o amagando, Messi lo hace con la pelota pegada al botín zurdo ¡y en velocidad! Luego, cuando él quiere, mete el cuarto gol. Luego, el quinto, fue otra combinación De Luxe del mejor equipo del Mundo. El último toque fue de Pedro al vació y en el vació llegaba Messi con dos segundos para resolver, tiempo más que suficiente para el jugador más lúcido del planeta. Fue gol. 5-0 y la peligrosidad del Aleti termina siendo un lujo.
Mientras el Real Madrid se asusta sólo, se complica sólo y muestra una fragilidad como que para que el Rayo Vallecano le meta un gol a los 15”, el Barcelona, en un cuarto de hora somete a un equipo de los más peligrosos de la LigaBBVA, al menos esta temporada. Diferencias, que le dicen.
Para el final, vale analizar una frase de Joseph Guardiola, el entrenador, o director de orquesta en este caso, del mágico Barcelona. Consultado sobre Messi, que repitió el triplete que había hecho en la goleada ante el Osasuna por 8-0, el DT Blaugrana fue prágmatico: “A Messi no hay que explicarlo, hay que verlo”. Lo mismo le cabe al Barça…
LOS GOLES
Comentarios