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¿La venganza del ´81?

San Lorenzo será juez en la titánica pelea por no descender. Esta vez no por ser candidato a la B Nacional, sino porque será próximo rival de Argentinos e Independiente. Sí, del mismo que lo bajó de categoría hace 33 años, y del que le facilitó el título del ´95 después de poco más de dos décadas sin festejos en Primera División. Está claro que el Ciclón saldrá a ganar los dos partidos. Que esté Caruso en el banco del Bicho no será una excusa para jugar con desgano, y tampoco lo será la mano que el Diablo le dio al Cuervo en el Clausura ´95. A nadie del mundo San Lorenzo le interesa que los colores generen las mismas suspicacias que produjo el desempeño de Racing ante Quilmes. Y no porque todavía haya fe con ser campeón, sino porque, como dijo Cantero, "hay cosas de las que no se vuelve". En el año 1981, San Lorenzo coronó con un descenso una gran seguidilla de malas campañas y errores dirigenciales. El golpe de suerte se lo dio Argentinos en Ferro, porque el Viejo Gasómetro estaba siendo demolido, y no hay partido en el que los de La Paternal no le recuerden aquella tarde a la gente de Boedo. Hoy, aunque ni ganando podrá condenar al Bicho, el Ciclón tiene chance de devolver esa gentileza. En el banco del Semillero del Mundo estará Ricardo Caruso Lombardi, pieza fundamental en el plantel del Ciclón que mantuvo la categoría el año pasado. Seguramente muchos lo aplaudan en el Bidegain, pero ningunó querrá congraciarlo con un triunfo fácil. Y en la fecha siguiente, cuando San Lorenzo viaje a Avellaneda, la dicotomía será otra: seguir hundiendo a uno de los equipos que nunca bajó y siempre se burló del descenso azulgrana, o colaborar con la casaca que le cedió en bandeja un título después de una sequía interminable. El veredicto será el mismo: San Lorenzo quiere ganar todo, sin importar quién esté enfrente y a quién se beneficie. Hace un año, Independiente le jugó a muerte a un Santo semidescendido, dejándolo en descenso directo por primera vez en la temporada a falta de sólo una fecha. Hoy los roles se invierten, y esa es otra motivación para ir al frente.

San Lorenzo será juez en la titánica pelea por no descender. Esta vez no por ser candidato a la B Nacional, sino porque será próximo rival de Argentinos e Independiente. Sí, del mismo que lo bajó de categoría hace 33 años, y del que le facilitó el título del ´95 después de poco más de dos décadas sin festejos en Primera División.

Está claro que el Ciclón saldrá a ganar los dos partidos. Que esté Caruso en el banco del Bicho no será una excusa para jugar con desgano, y tampoco lo será la mano que el Diablo le dio al Cuervo en el Clausura ´95. A nadie del mundo San Lorenzo le interesa que los colores generen las mismas suspicacias que produjo el desempeño de Racing ante Quilmes. Y no porque todavía haya fe con ser campeón, sino porque, como dijo Cantero, “hay cosas de las que no se vuelve”.

En el año 1981, San Lorenzo coronó con un descenso una gran seguidilla de malas campañas y errores dirigenciales. El golpe de suerte se lo dio Argentinos en Ferro, porque el Viejo Gasómetro estaba siendo demolido, y no hay partido en el que los de La Paternal no le recuerden aquella tarde a la gente de Boedo. Hoy, aunque ni ganando podrá condenar al Bicho, el Ciclón tiene chance de devolver esa gentileza.

En el banco del Semillero del Mundo estará Ricardo Caruso Lombardi, pieza fundamental en el plantel del Ciclón que mantuvo la categoría el año pasado. Seguramente muchos lo aplaudan en el Bidegain, pero ningunó querrá congraciarlo con un triunfo fácil. Y en la fecha siguiente, cuando San Lorenzo viaje a Avellaneda, la dicotomía será otra: seguir hundiendo a uno de los equipos que nunca bajó y siempre se burló del descenso azulgrana, o colaborar con la casaca que le cedió en bandeja un título después de una sequía interminable.

El veredicto será el mismo: San Lorenzo quiere ganar todo, sin importar quién esté enfrente y a quién se beneficie. Hace un año, Independiente le jugó a muerte a un Santo semidescendido, dejándolo en descenso directo por primera vez en la temporada a falta de sólo una fecha. Hoy los roles se invierten, y esa es otra motivación para ir al frente.

Dolorense, nacido en 1991. Licenciado en proyecto de Magíster. Hay una cosa que nunca van a entender...