Archivo

La Selección que une a un país dividido

Ecuador es un país sudamericano ubicado en las costas del Océano Pacífico, con un población cercana a los 15 millones de habitantes. Casi el 50% de su división demográfica, se concentra en las provincias de Pichincha y Guayas, cuyas capitales son Quito y Guayaquil respectivamente. Dichas ciudades, siendo las principales del pequeño territorio, tienen realidades completamente diferentes en cuanto a geografía, historia, cultura y principalmente formas de ver el mundo. El fútbol es algo que viven con entusiasmo, siendo este un actor preponderante en la construcción de un nacionalismo degradado en esta nación bipolar. En síntesis, es sólo a través del fútbol -el deporte más popular del país-, cuando es representado por la Selección de Ecuador, que las diferencias quedan al margen y todos tiran para el mismo lado. [caption id="attachment_26074" align="aligncenter" width="480" caption="Selección de Ecuador. El equipo que abraza a una comunidad distante."][/caption] Guayaquil es una localidad con clima tropical, muy cálido, cercana a las costas del océano más extenso del mundo y alejada de la Cordillera de los Andes. Apenas se despega cuatro metros por sobre el nivel del mar y sus principales clubes de fútbol son Barcelona y Emelec. Los guayaquileños, casi no sienten aprecio por sus raíces hispanas y si una gran identificación con lo republicano, ya que fue en la época republicana donde pudieron independizarse. En la vereda de enfrente, Quito es una cabecera con temperaturas menos agradables, siendo estas andinas, por su ubicación en un valle de la Cordillera de los Andes que le proporciona una altitud de 2800 metros sobre el nivel del mar. Sus principales clubes de fútbol son Liga Deportivo Universitaria y Deportivo. Allí demuestran una fuerte unión a sus raíces españolas, de las que se sienten orgullosos, y de su pasado colonial al que hacen notar en sus fiestas y ceremonias especiales. [caption id="attachment_26075" align="aligncenter" width="480" caption="Barcelona-Emelec. Los archirivales que se prefieren antes que a sus pares de Quito."][/caption] Bastantes más incongruencias se podrían nombrar de ambas comunas. Sus habitantes no sólo tienen diferencias de vida por los espacios en los que residen, hasta acostumbran a tener una diferente tonada de voz. Pero lo que es más llamativo, entre quiteños y guayacos, literalmente, no se pueden ni ver. Se da una situación similar a la que existe en Argentina entre porteños y provincianos; en Ecuador, los guayaquileños acusan a sus pares de Quito de ser muy centralistas, de mirarse siempre el ombligo y no importarles el resto del país. Los quiteños no se quedan atrás y alegan que en Guayaquil se creen ser los mejores en todo lo que hacen. Las miradas disímiles y la confrontación están a la orden del día. Por ejemplo, hinchas de Deportivo Quito han llegado a querer que a su rival natural Liga, le vaya mejor que a Emelec o Barcelona por la antipatía que tienen con las ciudades de estos últimos, y viceversa. Y así como el fútbol que tanto los apasiona, genera otra más entre las tantas disputas, es el único factor que produce la unión unánime y deja a un lado las disidencias. [caption id="attachment_26078" align="aligncenter" width="480" caption="Nosotros somos iguales. Liga y Deportivo tampoco quieren saber nada con los cuadros guayaquileños."][/caption] Cuando juega Ecuador, todo es alegría, hermandad y unidad. La selección de fútbol aglutina lo que los demás órdenes separan. La pasión por el fútbol reúne ese sentimiento nacionalista que parece no existir, para que todos hinchen por los mismos colores y hagan fuerza por un seleccionado necesitado de triunfos, y que buscará en esta Copa América una alegría para sus poco compinches hinchas.

Ecuador es un país sudamericano ubicado en las costas del Océano Pacífico, con un población cercana a los 15 millones de habitantes. Casi el 50% de su división demográfica, se concentra en las provincias de Pichincha y Guayas, cuyas capitales son Quito y Guayaquil respectivamente.

Dichas ciudades, siendo las principales del pequeño territorio, tienen realidades completamente diferentes en cuanto a geografía, historia, cultura y principalmente formas de ver el mundo. El fútbol es algo que viven con entusiasmo, siendo este un actor preponderante en la construcción de un nacionalismo degradado en esta nación bipolar. En síntesis, es sólo a través del fútbol -el deporte más popular del país-, cuando es representado por la Selección de Ecuador, que las diferencias quedan al margen y todos tiran para el mismo lado.

Selección de Ecuador. El equipo que abraza a una comunidad distante.

Guayaquil es una localidad con clima tropical, muy cálido, cercana a las costas del océano más extenso del mundo y alejada de la Cordillera de los Andes. Apenas se despega cuatro metros por sobre el nivel del mar y sus principales clubes de fútbol son Barcelona y Emelec. Los guayaquileños, casi no sienten aprecio por sus raíces hispanas y si una gran identificación con lo republicano, ya que fue en la época republicana donde pudieron independizarse.

En la vereda de enfrente, Quito es una cabecera con temperaturas menos agradables, siendo estas andinas, por su ubicación en un valle de la Cordillera de los Andes que le proporciona una altitud de 2800 metros sobre el nivel del mar. Sus principales clubes de fútbol son Liga Deportivo Universitaria y Deportivo. Allí demuestran una fuerte unión a sus raíces españolas, de las que se sienten orgullosos, y de su pasado colonial al que hacen notar en sus fiestas y ceremonias especiales.

Barcelona-Emelec. Los archirivales que se prefieren antes que a sus pares de Quito.

Bastantes más incongruencias se podrían nombrar de ambas comunas. Sus habitantes no sólo tienen diferencias de vida por los espacios en los que residen, hasta acostumbran a tener una diferente tonada de voz. Pero lo que es más llamativo, entre quiteños y guayacos, literalmente, no se pueden ni ver. Se da una situación similar a la que existe en Argentina entre porteños y provincianos; en Ecuador, los guayaquileños acusan a sus pares de Quito de ser muy centralistas, de mirarse siempre el ombligo y no importarles el resto del país. Los quiteños no se quedan atrás y alegan que en Guayaquil se creen ser los mejores en todo lo que hacen.

Las miradas disímiles y la confrontación están a la orden del día. Por ejemplo, hinchas de Deportivo Quito han llegado a querer que a su rival natural Liga, le vaya mejor que a Emelec o Barcelona por la antipatía que tienen con las ciudades de estos últimos, y viceversa. Y así como el fútbol que tanto los apasiona, genera otra más entre las tantas disputas, es el único factor que produce la unión unánime y deja a un lado las disidencias.

Nosotros somos iguales. Liga y Deportivo tampoco quieren saber nada con los cuadros guayaquileños.

Cuando juega Ecuador, todo es alegría, hermandad y unidad. La selección de fútbol aglutina lo que los demás órdenes separan. La pasión por el fútbol reúne ese sentimiento nacionalista que parece no existir, para que todos hinchen por los mismos colores y hagan fuerza por un seleccionado necesitado de triunfos, y que buscará en esta Copa América una alegría para sus poco compinches hinchas.

Dolorense, nacido en 1991. Licenciado en proyecto de Magíster. Hay una cosa que nunca van a entender...