El flamante presidente del Rojo llegó al fútbol argentino con un perfil no inédito pero sí raro en estos tiempos, donde grandes clubes tienen que encarar problemas cada vez peores. Autocrítico, renovador, valiente, el perfil de un hombre que quiere despertar a un gigante dormido, endeudado y casi destrozado.
Mencionar a Cantero como una afortunada llegada a las comisiones de los clubes argentinos no es olvidarse de los otros que hacen bien las cosas. Hay clubes que con perseverancia y proyectos a largo plazo alcanzaron un orden que los pone encima de los denominados grandes. Lo que sorprende en la actitud del mandamás de Independiente, es su forma para encarar la crisis que los apremia, poco habitual en los clubes con los números apretados: bajar la complicidad de la barra, como también el endeudamiento fomentando las inferiores y siendo más austeros, y por sobre todo, honestidad y transparencia.
La herencia que la nueva Comisión Directiva recibió es insoslayable. Ni él la deja de mencionar, ni tampoco se puede pasar por alto para entender las maniobras y los problemas que se le presentan a la institución día a día. El Rojo debe más de 200 millones de pesos, pero es no es excusa para que Cantero afirme que “manejar Independiente es mucho más fácil de lo que parece”. Mientras en otros clubes gastan fortunas que no tienen y acrecientan sus pasivos, acá prefieren ser realistas y adecuarse la situación. A pesar de que se consiguió un refuerzo de jerarquía como Farías, se liberaron de once futbolistas para achicar los gastos del plantel. Además, ya empezaron las gestiones con el Banco Provincia para terminar el estadio y poder seguir sumando socios, una actividad que estaba congelada.
El candidato de Independiente Místico, tampoco tuvo problemas en hacerle frente a la barra que lo insultó en el verano: “Si lo que buscan es plata, no hay, y no aceptaremos extorsiones de parte de ellos”. Como si no tuviese problemas por resolver, se sumó otro, y quizás uno de los mayores. Y no conforme con eso, se diferenció de Passarella y Abdo y se cargó otra preocupación: auditar al club, e informar periódicamente acerca del tema.
Hoy, tras los reproches de los hinchas luego del 0-1, se presentó a la práctica y fue clarito: “Tuvieron actitud, pusieron huevos y entregaron todo. Los dirigentes somos los responsables”. Y también bancó al DT: “No hace falta respaldarlo, se respalda solo”. Así se maneja este sencillo hombre que enamoró a la juventud roja en las elecciones, sin excusas y sin pretextos. Con coraje y ambición, con realismo y lealtad, dando la cara y contestando lo todo lo que se le pregunta. Tiene una misión difícil pero no imposible, ya se empezó a mover, y distinto a la mayoría.
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