Archivo

Germán Voboril: volver al caos en su mejor momento, por amor

El caso de Germán Voboril no es uno más para el fútbol argentino y menos para San Lorenzo. A pesar de que el zurdo se había afianzado en Godoy cruz y se prepraraba para disputar la Copa Libertadores, prefirió volver “por amor” al club donde se formó, relegando un considerable aumento de sueldo en el club mendocino y la participación en el torneo continental, llegando a un club cuya máxima aspiración es abandonar la Promoción.

Muchos lo trataron de loco. El sabía que la decisión no iba a caer bien en el club que lo acobijó cuando Ramón Díaz lo declaró prescindible en Boedo, para lograr allí la continuidad que tanto le costó tener en San Lorenzo. Sin embargo, y pese a los pedidos del presidente tombino Contreras (que quiso comprarlo como lo permitía su préstamo) y de sus compañeros, Voboril retornó al club al que considera su segunda casa. Viendo la cantidad cada vez más chica de jugadores que quieren estar en el Ciclón, especialmente los que ya estuvieron y lo conocen por dentro, que Germán haya pegado la vuelta en semejante contexto le valdrá una ovación unánime y el respeto de todos.

Voboril sabe que en San Lorenzo difícilmente cobrás al día y el monto que te corresponde; también sabe que tiene que enfrentarse todos los días a los peligros que la 1-11-14 te expone cada vez que te acercás al Nuevo Gasómetro; y también conoce la delicada situación de San Lorenzo, que se encuentra cotidianamente con problemas nuevos, que se suman a los económicos y deportivos que en cualquier momento hacen estallar al club. El petiso defensor, que era titular, estaba cómodo y había encontrado la regularidad de una vez por todas, decidió volverse para pelearla. El mensaje de los cuervos en la web fue claro: “Gracias totales, Germán”.

El ex Godoy Cruz se prerara ahora para enfrentar a Boca, en el segundo partido de su equipo en el verano. Ya tuvo una destacada actuación en el 0-0 ante el Rojo, y hoy buscará estabilizarse en un puesto en el que parece que Madelón no tendrá dudas, a pesar de la interesante aparición del pibe Ramiro Arias. El Ciclón va con todos sus titulares, en lo que será probablemente el equipo que enfrente a Lanús la primer fecha, con la ausencia obligada de Ortigoza por suspensión. Serán: Champagne; Adrián Martínez, Bianchi Arce, Bottinelli, Voboril; Pacheco, Kalinski, Bazán; Romagnoli; Salgueiro y Bueno (debuta).

Mientras algunos jugadores disfrutan de sus días libres con alcohol y mujeres (es respetable, siempre que no haya excesos), otro, como Voboril, el zurdo por el que tantas chicas gritan en los estadios, prefiere no mostrarse en público y meterse de lleno en sacar al Ciclón de su agujero. Los problemas en San Lorenzo son moneda corriente, y el pibe de 23 años vino porque sabe que lo necesitan, y el cariño prevaleció en su decisión distinto de lo que acostumbran la mayoría de los jugadores profesionales. "Me quedaría a vivir", afirma Germán. Los cuervos se lo agradecen, y Fernando Gutiérrez, desde México, lo escucha, sin entender demasiado de qué habla.

El caso de Germán Voboril no es uno más para el fútbol argentino y menos para San Lorenzo. A pesar de que el zurdo se había afianzado en Godoy cruz y se prepraraba para disputar la Copa Libertadores, prefirió volver “por amor” al club donde se formó, relegando un considerable aumento de sueldo en el club mendocino y la participación en el torneo continental, llegando a un club cuya máxima aspiración es abandonar la Promoción.

Muchos lo trataron de loco. El sabía que la decisión no iba a caer bien en el club que lo acobijó cuando Ramón Díaz lo declaró prescindible en Boedo, para lograr allí la continuidad que tanto le costó tener en San Lorenzo. Sin embargo, y pese a los pedidos del presidente tombino Contreras (que quiso comprarlo como lo permitía su préstamo) y de sus compañeros, Voboril retornó al club al que considera su segunda casa. Viendo la cantidad cada vez más chica de jugadores que quieren estar en el Ciclón, especialmente los que ya estuvieron y lo conocen por dentro, que Germán haya pegado la vuelta en semejante contexto le valdrá una ovación unánime y el respeto de todos.

Voboril sabe que en San Lorenzo difícilmente cobrás al día y el monto que te corresponde; también sabe que tiene que enfrentarse todos los días a los peligros que la 1-11-14 te expone cada vez que te acercás al Nuevo Gasómetro; y también conoce la delicada situación de San Lorenzo, que se encuentra cotidianamente con problemas nuevos, que se suman a los económicos y deportivos que en cualquier momento hacen estallar al club. El petiso defensor, que era titular, estaba cómodo y había encontrado la regularidad de una vez por todas, decidió volverse para pelearla. El mensaje de los cuervos en la web fue claro: “Gracias totales, Germán”.

El ex Godoy Cruz se prerara ahora para enfrentar a Boca, en el segundo partido de su equipo en el verano. Ya tuvo una destacada actuación en el 0-0 ante el Rojo, y hoy buscará estabilizarse en un puesto en el que parece que Madelón no tendrá dudas, a pesar de la interesante aparición del pibe Ramiro Arias. El Ciclón va con todos sus titulares, en lo que será probablemente el equipo que enfrente a Lanús la primer fecha, con la ausencia obligada de Ortigoza por suspensión. Serán: Champagne; Adrián Martínez, Bianchi Arce, Bottinelli, Voboril; Pacheco, Kalinski, Bazán; Romagnoli; Salgueiro y Bueno (debuta).

Mientras algunos jugadores disfrutan de sus días libres con alcohol y mujeres (es respetable, siempre que no haya excesos), otro, como Voboril, el zurdo por el que tantas chicas gritan en los estadios, prefiere no mostrarse en público y meterse de lleno en sacar al Ciclón de su agujero. Los problemas en San Lorenzo son moneda corriente, y el pibe de 23 años vino porque sabe que lo necesitan, y el cariño prevaleció en su decisión distinto de lo que acostumbran la mayoría de los jugadores profesionales. “Me quedaría a vivir”, afirma Germán. Los cuervos se lo agradecen, y Fernando Gutiérrez, desde México, lo escucha, sin entender demasiado de qué habla.

Dolorense, nacido en 1991. Licenciado en proyecto de Magíster. Hay una cosa que nunca van a entender...