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Falcao y Villa : la historia entre sus goles

La salida de Radamel Falcao García del Atlético de Madrid para incorporarse al plantel francés de Mónaco, ha dejado un gran hueco que rellenar en las filas del conjunto colchonero. Un hueco a la medida de David Villa, o al menos eso piensa la dirigencia del equipo madridista que luego de las negociaciones con el Barcelona , ya cuenta con el Güaje quien fichó por  tres temporadas y por una cifra de  5,1 millones de euros , aunque el conjunto catalán se reserva el 50% de un futuro traspaso. Dos delanteros con un estilo de juego distinto, dos presentes diferentes y un mismo objetivo: llenar las redes europeas de goles con sus nuevos equipos. Mientras Villa en diciembre de 2011 sufría una lesión que involucraba la fractura en la tibia de su pierna izquierda en la final del Mundial de Clubes contra el Santos, meses antes Falcao festejaba el campeonato de la  UEFA Europa League obtenido con el Porto, equipo en el que fue figura. A partir de allí, el Güaje no volvió a ser el mismo. El juego colectivo y solidario que implementaba el Barcelona para conseguir una adaptación más rápida parecía no serle suficiente. Sólo se desquitaba con goles “sin importancia” durante el segundo tiempo cuando el partido ya estaba definido. Y eso a un goleador como el que venía de ser nunca lo llegaba a conformar. Se notaba su falta de plenitud. Pareció por un momento renacer con el 3-0 al Milan en el Camp Nou en la última Champions League, pero tampoco sirvió para retomar la confianza. Aún más lejos parecía estar de ser el héroe del Valencia, el oportunista del Zaragoza o la futura promesa del Sporting de Gijón. Ahora ya casi sin continuidad en el equipo Culé, aparece este hueco en el Atlético que más que un espacio vacío es una gran oportunidad para volver a ser el Güaje. Aunque no le será fácil, ya que deberá ocupar, eso sí, a su manera y con su estilo, el lugar de Falcao. Sí Falcao, ese jugador de 27 años nacido en la localidad de Santa Marta, Colombia, que con su habilidad, goles y actitud avasalladora se fue ganando los corazones de los hinchas de aquellos clubes por los que pasó. El  que es fanático de River lo recordará por su presencia en el área rival y como uno de los principales responsables del Torneo Clausura obtenido en 2008. El seguidor del Porto lo mantendrá vivo en su memoria a causa de los siete títulos que consiguió con el club Luso, y ni hablar de aquella final de la UEFA Europa League disputada en Dublin en la que marcó el único gol del encuentro. Luego llegaría el turno para que los fans colchoneros disfrutaran de  la garra del “Tigre”, quien fue el principal protagonista en la final de la Europa League 2011-2012 frente al Bilbao y en la de la Supercopa frente al Chelsea, a quien le convirtió un hat-trick en el estadio Stade Louis II, ubicado en Mónaco. ¿Habrá sido ese día en el que los del principado se sintieron atraídos por el goleador colombiano?, es probable. Aunque primero ganaría la Copa del Rey con los rojiblancos, que en un momento llegó a ser cuenta pendiente. Luego sí habría lugar para las negociaciones y para su fichaje por 60 millones de euros con el AS Mónaco, equipo con el cual jugaría por cinco años. Uno se va, el otro llega. Uno busca nuevos desafíos, el otro intenta volver a ser el goleador que era antes. Dos delanteros con un estilo de juego distinto, dos presentes diferentes, pero que comparten un mismo placer: hacer sonar la red del arco rival con sus goles.    

La salida de Radamel Falcao García del Atlético de Madrid para incorporarse al plantel francés de Mónaco, ha dejado un gran hueco que rellenar en las filas del conjunto colchonero. Un hueco a la medida de David Villa, o al menos eso piensa la dirigencia del equipo madridista que luego de las negociaciones con el Barcelona , ya cuenta con el Güaje quien fichó por  tres temporadas y por una cifra de  5,1 millones de euros , aunque el conjunto catalán se reserva el 50% de un futuro traspaso. Dos delanteros con un estilo de juego distinto, dos presentes diferentes y un mismo objetivo: llenar las redes europeas de goles con sus nuevos equipos.

Mientras Villa en diciembre de 2011 sufría una lesión que involucraba la fractura en la tibia de su pierna izquierda en la final del Mundial de Clubes contra el Santos, meses antes Falcao festejaba el campeonato de la  UEFA Europa League obtenido con el Porto, equipo en el que fue figura.

A partir de allí, el Güaje no volvió a ser el mismo. El juego colectivo y solidario que implementaba el Barcelona para conseguir una adaptación más rápida parecía no serle suficiente. Sólo se desquitaba con goles “sin importancia” durante el segundo tiempo cuando el partido ya estaba definido. Y eso a un goleador como el que venía de ser nunca lo llegaba a conformar. Se notaba su falta de plenitud. Pareció por un momento renacer con el 3-0 al Milan en el Camp Nou en la última Champions League, pero tampoco sirvió para retomar la confianza. Aún más lejos parecía estar de ser el héroe del Valencia, el oportunista del Zaragoza o la futura promesa del Sporting de Gijón. Ahora ya casi sin continuidad en el equipo Culé, aparece este hueco en el Atlético que más que un espacio vacío es una gran oportunidad para volver a ser el Güaje. Aunque no le será fácil, ya que deberá ocupar, eso sí, a su manera y con su estilo, el lugar de Falcao. Sí Falcao, ese jugador de 27 años nacido en la localidad de Santa Marta, Colombia, que con su habilidad, goles y actitud avasalladora se fue ganando los corazones de los hinchas de aquellos clubes por los que pasó.

El  que es fanático de River lo recordará por su presencia en el área rival y como uno de los principales responsables del Torneo Clausura obtenido en 2008. El seguidor del Porto lo mantendrá vivo en su memoria a causa de los siete títulos que consiguió con el club Luso, y ni hablar de aquella final de la UEFA Europa League disputada en Dublin en la que marcó el único gol del encuentro. Luego llegaría el turno para que los fans colchoneros disfrutaran de  la garra del “Tigre”, quien fue el principal protagonista en la final de la Europa League 2011-2012 frente al Bilbao y en la de la Supercopa frente al Chelsea, a quien le convirtió un hat-trick en el estadio Stade Louis II, ubicado en Mónaco. ¿Habrá sido ese día en el que los del principado se sintieron atraídos por el goleador colombiano?, es probable. Aunque primero ganaría la Copa del Rey con los rojiblancos, que en un momento llegó a ser cuenta pendiente. Luego sí habría lugar para las negociaciones y para su fichaje por 60 millones de euros con el AS Mónaco, equipo con el cual jugaría por cinco años.

Uno se va, el otro llega. Uno busca nuevos desafíos, el otro intenta volver a ser el goleador que era antes. Dos delanteros con un estilo de juego distinto, dos presentes diferentes, pero que comparten un mismo placer: hacer sonar la red del arco rival con sus goles.