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Esa vieja costumbre de criticar a Bianchi

No es algo nuevo. Quizás el hecho de que hoy todo tenga más repercusión lo magnifica pero es algo a lo que Carlos Bianchi se ha acostumbrado: la critica constante hacia él. Se le ha cuestionado todo.  Y cuando digo todo es todo: Su táctica, su forma de ser, hasta si se ríe o no. Tras solo 6 meses bajo el mando de Boca, en un fútbol donde se pide paciencia, al Virrey ya se le ponen plazos sobre su continuidad o no al frente del club. Comparto un par de preguntas, un par de respuestas y otro par de incógnitas acerca de nosotros, el periodismo, y esa necesidad de criticar duro al que no contesta de la misma manera. En el 2001, a comienzos del Clausura de ese año, el Virrey salía en una conferencia de prensa a criticar a los medios diciendo lo siguiente: "Hace 90 días que ganamos el título y nos cuestionan. El problema puede ser para los demás, en nuestra mente hay tranquilidad. Hace un tiempo decían que la defensa recibía muchos goles y hoy se dice que el ataque no hace muchos goles. Creo que son momentos que viven todos los equipos". Esto en un contexto de un Boca campeón Intercontinental y del Apertura 2000. Hace unos pocos meses, específicamente a mediados de Abril, salía una nota en un respetable medio deportivo como "el gráfico" haciendo un análisis de sus tres meses como DT. Si, en tan solo tres meses ya se hacía un repaso extenso de sus buenas y malas, con más malas lógicamente. [caption id="attachment_77961" align="aligncenter" width="455"]Ya es una costumbre criticar todo accionar de Bianchi. Ya es una costumbre criticar todo accionar de Bianchi.[/caption] ¿Por qué se mata a un técnico que pide hablar de fútbol? ¿Qué cuando en una conferencia le preguntan sobre una interna el repregunta si vinieron a preguntarle del próximo partido? "Vamos a hablar de fútbol. ¿No quieren hablar de fútbol? Si es así, me voy a tener que ir", contestaba el Virrey luego de que le preguntaran tres periodistas distintos sobre las chicanas de Ramón Díaz, técnico predilecto de los periodistas, a las que no quería contestar. Las crónicas de esa conferencia dijeron: "Bianchi amenazó con retirarse de la conferencia". El domingo, luego de perder con Racing, Bianchi respondía que el rival fue superior y que en el primer tiempo Boca tuvo chances para ir ganando, al preguntarle por el flojo semestre Juan Manuel Martínez, el Virrey contestaba que era uno de los mejores partidos que había visto del Burrito. ¿ No habla bien de un técnico no matar a sus jugadores delante de las cámaras y si puertas adentro? Pero no, para muchos eso soberbia, es poca auto-crítica, quizás sea porque no genera títulos, encabezados o tapas de diario con sus declaraciones. Por todo esto yo me pregunto: ¿Si pedimos tanta desdramatización del fútbol, tanto dejar de tomar a este deporte como algo de vida o muerte, por qué matamos a un hombre que intenta eso, que tras una derrota cuando le preguntan si le duele perder contesta "hay cosas peores" y por ello lo tildan de soberbio? Por algo será que un técnico como Gerardo Martino se va del fútbol argentino. A veces pedimos auto-crítica cuando nosotros no la tenemos.    

No es algo nuevo. Quizás el hecho de que hoy todo tenga más repercusión lo magnifica pero es algo a lo que Carlos Bianchi se ha acostumbrado: la critica constante hacia él. Se le ha cuestionado todo.  Y cuando digo todo es todo: Su táctica, su forma de ser, hasta si se ríe o no. Tras solo 6 meses bajo el mando de Boca, en un fútbol donde se pide paciencia, al Virrey ya se le ponen plazos sobre su continuidad o no al frente del club. Comparto un par de preguntas, un par de respuestas y otro par de incógnitas acerca de nosotros, el periodismo, y esa necesidad de criticar duro al que no contesta de la misma manera.

En el 2001, a comienzos del Clausura de ese año, el Virrey salía en una conferencia de prensa a criticar a los medios diciendo lo siguiente: “Hace 90 días que ganamos el título y nos cuestionan. El problema puede ser para los demás, en nuestra mente hay tranquilidad. Hace un tiempo decían que la defensa recibía muchos goles y hoy se dice que el ataque no hace muchos goles. Creo que son momentos que viven todos los equipos”. Esto en un contexto de un Boca campeón Intercontinental y del Apertura 2000.

Hace unos pocos meses, específicamente a mediados de Abril, salía una nota en un respetable medio deportivo como “el gráfico” haciendo un análisis de sus tres meses como DT. Si, en tan solo tres meses ya se hacía un repaso extenso de sus buenas y malas, con más malas lógicamente.

Ya es una costumbre criticar todo accionar de Bianchi.
Ya es una costumbre criticar todo accionar de Bianchi.

¿Por qué se mata a un técnico que pide hablar de fútbol? ¿Qué cuando en una conferencia le preguntan sobre una interna el repregunta si vinieron a preguntarle del próximo partido? “Vamos a hablar de fútbol. ¿No quieren hablar de fútbol? Si es así, me voy a tener que ir”, contestaba el Virrey luego de que le preguntaran tres periodistas distintos sobre las chicanas de Ramón Díaz, técnico predilecto de los periodistas, a las que no quería contestar. Las crónicas de esa conferencia dijeron: “Bianchi amenazó con retirarse de la conferencia”.

El domingo, luego de perder con Racing, Bianchi respondía que el rival fue superior y que en el primer tiempo Boca tuvo chances para ir ganando, al preguntarle por el flojo semestre Juan Manuel Martínez, el Virrey contestaba que era uno de los mejores partidos que había visto del Burrito. ¿ No habla bien de un técnico no matar a sus jugadores delante de las cámaras y si puertas adentro? Pero no, para muchos eso soberbia, es poca auto-crítica, quizás sea porque no genera títulos, encabezados o tapas de diario con sus declaraciones.

Por todo esto yo me pregunto: ¿Si pedimos tanta desdramatización del fútbol, tanto dejar de tomar a este deporte como algo de vida o muerte, por qué matamos a un hombre que intenta eso, que tras una derrota cuando le preguntan si le duele perder contesta “hay cosas peores” y por ello lo tildan de soberbio? Por algo será que un técnico como Gerardo Martino se va del fútbol argentino. A veces pedimos auto-crítica cuando nosotros no la tenemos.