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En River juegan todos

Ese parece ser el mensaje que baja el entrenador, “son todos titulares”. Y así lo toman los jugadores. En el mediodía de ayer, en Avellaneda, River se impuso a Racing por 2 a 0 con un equipo distinto. Sin Trezeguet y sin Ponzio, con el uruguayo Mora al banco y Bottinelli suspendido, jugó muy bien y gano con claridad un clásico después de casi dos años. ¿La última vez? Si, también contra Racing y en Avellaneda, cuando el millonario peleaba la permanencia en primera.

Luego del tibio empate frente a Vélez, mientras algunos comenzaban a pronosticar nubarrones, River cambió de nombres y mejoró. La actitud fue la misma, ir a buscar el partido, encerrar al equipo rival en su propio campo. Pero esta vez, mejoró el juego. Un equipo corto, con la defensa parada en la mitad de la cancha, con muchos toques, con triangulaciones y con relevos, River pasó por encima a Racing durante casi una hora de juego. Luego de eso, pagó un poco el desgaste y le entregó la pelota al equipo de Zubeldia que solo lo inquietó en 3 ocasiones. Un gol en offside, un cabezazo en el travesaño, y un tiro desviado. El ingreso de Mora cuando faltaban pocos minutos dejó al “millo” esperando el contra ataque, y así lo liquidó.

[youtube z_qDX58EKvE]

El debut de Álvarez Balanta, Ledesma como único volante central, y una nueva oportunidad para Lanzini, generaban dudas para muchos hinchas y periodistas. “Tranquilitos, tranquilitos…  hace mucho tiempo que estoy en este club” declaró Ramón Díaz al terminar el partido. ¡Y cuánta razón que tiene! El “colombianito” fue una pared. Firme en la marca y con precisión para la salida, dejó a todos contentos. Lanzini, se hizo por fin conductor del equipo, metió el centro para el primer gol y coronó la tarde con un golazo gambeteando a Saja luego de una corrida de más de 60 metros con la pelota.  Y Ledesma, ¿Qué decir del “Lobo”? Un jugador que cuando llego era suplente de Nicolás Domingo en la B Nacional, y hoy es titular y figura del equipo. Efecto Ramón al 100%.

[youtube UB7P404XGZo]

El torneo es muy desparejo, ese es un motivo también por el cual a este River de Ramón se le exige el campeonato. Pero no hay que perder de vista de donde se viene, nunca. El descenso aun es muy reciente. Una estructura montada durante años que fue tirada a la basura no es tan fácil de levantar. La victoria de ayer, demuestra que se está en el camino correcto.  En ese camino, se sufrirán muchos traspiés, es algo que hay que tener en cuenta. Pero hay una idea, hay un objetivo. Ese objetivo, es devolverle a River la identidad perdida. Y para eso, como dice el entrenador, hace falta tranquilidad.

Ese parece ser el mensaje que baja el entrenador, “son todos titulares”. Y así lo toman los jugadores. En el mediodía de ayer, en Avellaneda, River se impuso a Racing por 2 a 0 con un equipo distinto. Sin Trezeguet y sin Ponzio, con el uruguayo Mora al banco y Bottinelli suspendido, jugó muy bien y gano con claridad un clásico después de casi dos años. ¿La última vez? Si, también contra Racing y en Avellaneda, cuando el millonario peleaba la permanencia en primera.

Luego del tibio empate frente a Vélez, mientras algunos comenzaban a pronosticar nubarrones, River cambió de nombres y mejoró. La actitud fue la misma, ir a buscar el partido, encerrar al equipo rival en su propio campo. Pero esta vez, mejoró el juego. Un equipo corto, con la defensa parada en la mitad de la cancha, con muchos toques, con triangulaciones y con relevos, River pasó por encima a Racing durante casi una hora de juego. Luego de eso, pagó un poco el desgaste y le entregó la pelota al equipo de Zubeldia que solo lo inquietó en 3 ocasiones. Un gol en offside, un cabezazo en el travesaño, y un tiro desviado. El ingreso de Mora cuando faltaban pocos minutos dejó al “millo” esperando el contra ataque, y así lo liquidó.

El debut de Álvarez Balanta, Ledesma como único volante central, y una nueva oportunidad para Lanzini, generaban dudas para muchos hinchas y periodistas. “Tranquilitos, tranquilitos…  hace mucho tiempo que estoy en este club” declaró Ramón Díaz al terminar el partido. ¡Y cuánta razón que tiene! El “colombianito” fue una pared. Firme en la marca y con precisión para la salida, dejó a todos contentos. Lanzini, se hizo por fin conductor del equipo, metió el centro para el primer gol y coronó la tarde con un golazo gambeteando a Saja luego de una corrida de más de 60 metros con la pelota.  Y Ledesma, ¿Qué decir del “Lobo”? Un jugador que cuando llego era suplente de Nicolás Domingo en la B Nacional, y hoy es titular y figura del equipo. Efecto Ramón al 100%.

El torneo es muy desparejo, ese es un motivo también por el cual a este River de Ramón se le exige el campeonato. Pero no hay que perder de vista de donde se viene, nunca. El descenso aun es muy reciente. Una estructura montada durante años que fue tirada a la basura no es tan fácil de levantar. La victoria de ayer, demuestra que se está en el camino correcto.  En ese camino, se sufrirán muchos traspiés, es algo que hay que tener en cuenta. Pero hay una idea, hay un objetivo. Ese objetivo, es devolverle a River la identidad perdida. Y para eso, como dice el entrenador, hace falta tranquilidad.