El equipo de Ricardo “Ruso” Zielinsky se aprovechó de un equipo de Independiente que ya es carne de Diván y que vuelve a mirar, de costado, los promedios. Belgrano, por su parte, ya se recibió de come-grandes. Ya no hay dudas. Luego de un comienzo dubitativo en el campeonato, con un 2-3 insólito frente a Newell’s incluido, el Pirata Cordobés demostró de que está hecho justo en sus compromisos más “peligrosos“.
Primero, venció a San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro y ahora se cargó al acomplejado Independiente en el Mario Alberto Kempes. En la semana, Zielinsky había dicho en el aire de “Tercer Arco” que “iban a salir a buscar el partido” y que “No somos locales, jugamos en otro estadio que no es el nuestro y damos ventajas”.
Mitad y mitad. El Pirata salió a buscarlo, pero no sintió la “falta” de localía. Con el Picante con el que ya hundió a River y complicó a San Lorenzo, Belgrano empezó a ganarle a Independiente. Por atrás y cuando el primer tiempo terminaba, el Picante clavó el 1-0.
Independiente dirigido por Cristián Díaz, no encontraba la brújula. Encima, Gabriel Milito, por ahora, es un error gigante y no un regreso con gloria. El ex jugador del Barça se durmió feo y otra vez el Picante anotó el segundo, antes del minuto de juego del segundo tiempo.
Belgrano, está vez, sí mantuvo el 2-0 (claro, el Rojo no tenía un Noir…) y consiguió su segunda victoria al hilo para, de a poco, escaparse de la zona caliente de los promedios.
Al finalizar el juego, Cristian Díaz, elogió al rival: “Belgrano hizo un buen partido. Es un equipo que ascendió y mantiene su base. No por nada ascendió en la cancha de River. Hay que seguir, hay que trabajar, entregarse y querer ser siempre el mejor”. Lo cierto es que, jugando así, Independiente está más cerca de terminar como River que otra cosa. Ahora, dicen, llegará Ramón Díaz, un hombre made in Núñez que buscará salvar al Rojo del pozo al que se acerca fecha a fecha. ¿Podrá Ramón, si es que llega, torcer el rumbo?
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