Ya se acerca el día. Mañana es la gran convocatoria. Allí se harán presentes todos los que en algún momento hicieron que San Lorenzo fuera un grande de verdad. Desde Lorenzo Massa, con Jacobo Urso y los hermanos Monti, hasta Mirko, Ángel Spadafone y Ramón Aramayo. Sí, ellos estarán, alentando y aguantando con La Gloriosa.
Algún desprevenido se preguntará de qué está hablando este loco. De la autoconvocatoria de Cuervos que peregrinarán hasta la Legislatura porteña, a partir de las 18:00, donde se tratará la Ley de Restitución Histórica que los legisladores discutirán. Allí decidirán si repararán o no el daño de millones de Sanlorencistas. Está en ellos devolver ese pedazo que un nefasto gobierno les arrebató a todos. No sólo a ellos, sino a San Lorenzo, a la Ciudad Autónoma y al país.
Tan importante es el match, que cesarán las actividades adminstrativas y deportivas en el club durante todo el día. Todos van a ir, va a ser un suceso por demás masivo, y es por ello que Rock´N Ball se encargará de cubrirlo con su flamante incorporación radial, para llenar el éter de música y deportes, sin descartar este suceso inédito y popular.
¿A qué hora termina el partido? Nadie sabe. No habrá árbitro, tampoco reglamento. Está en los Santos aguantar y pelear por lo que es suyo. Como lo hicieron en el ´82, sin cancha, en la B y con el club casi fundido; o contra ISL en noviembre del 2000, cuando un innombrable quiso gerenciar el club; y ni decir de aquel diciembre de 2006, bajo el lema de “Sin hinchas no se juega”, y así fue.
El encuentro es apolítico. Acá nadie conspirará contra el otro. Todos estarán unidos, como nunca, peleando por el mismo fin, por lo que les pertenece a todos. Sin identidad no hay pertenencia, y es por ello que San Lorenzo debe y necesita volver al barrio que lo hizo gigante. Donde supo ser el club con más socios llegando a 40.000, liderar todas las disciplinas federadas del país, prestarle su estadio a la Selección Argentina, ser el epicentro de carnavales y eventos sociales y culturales con mayor relevancia de Capital, tener equipos de fútbol inolvidables como aquel del ´46, que dio cátedra en Europa como ningún otro y hoy le es reconocido. Qué tiempos aquellos, querido Ciclón.
Boedo espera. Avenida La Plata enviudó pero está dispuesta a volver a casarse. Le falta algo y lo quiere recuperar. Nunca estuvo a gusto con un hipermercado de porte francés, su verdadero amor es San Lorenzo y el país necesita la reconciliación. No es un partido importante, es él partido. El más esperado desde aquel San Lorenzo – Boca en 1979, el último en el Viejo Gasómetro. Está en todos. En vos, en quien escribe, en La Gloriosa, en los legisladores. En los que están, en los que nos ven de arriba. Está en vos, San Lorenzo.
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