Minuto 40 y pico del segundo tiempo…Córner para el Lobo. De espaldas a la multitud de hinchas de River patea Guillermo Barros Schelotto. La expectativa es inmensa, un gol de Gimnasia puede significar un espaldarazo anímico gigantesco para las huestes de Ángel Cappa. Pelota al área, mil y un camisetas en pos del balón, un rebote feo en Pavone y la pelota va, mansita, al gol…¿o no?
Aparece una mano, vuela, se desliza, casi gatea y la cachetea. “uuuh”, de un lado y las que te Jedi que bajan del otro. Sí, Juan Pablo Carrizo lo hizo de nuevo. Evitó el gol del rival y le aseguró, a River, dos puntos más.
El campeonato de JP es de película. En vísperas del segundo Superclásico veraniego, el tobillo del arquero hizo crack y lo marginó hasta la sexta fecha del campeonato. Apareció un tal Leandro Chichizola y, con lo que tenía a mano, hizo mucho. River mantuvo la valla en cero en las primeras cuatro fechas del torneo. En la quinta se equivocó y Vélez le ganó al Millo.
En la sexta volvió Juan Pablo y dejó de ser un regreso para convertirse en EL regreso cuando con el partido 1-1 le ahogó el grito de gol a Obolo en plena área chica Millonaria. Había vuelto el gran JP. Dos puntos para su cuenta personal.
En la séptima, Sperdutti lo derrotó en el empate transitorio de Newell’s, pero el propio catorce leproso sucumbió ante la inmensidad del golero en un brillante mano a mano que tapó que hubiese significado el 2-1 para los rosarinos, que terminaron cayendo por el mismo resultado. ¿Otro poroto para JP? Por supuesto.
River la pasó mal en el segundo tiempo en Quilmes, pero su arquero sostuvo el aluvión del equipo de Ricardo Caruso Lombardi y River se llevó la victoria del camposanto cervecero. Tapó una, dos, y hasta tres pelotas. De la misma manera lo sufrió el Taladro, que vio como JP ahogaba un remate a gol lejano de que pedía ángulo. Ahí, Juan Pablo se ganó cuatro porotos más.
¿Es posible que de los 19 puntos que tiene River mínimo 9 se los deba a su arquero? Sí, es una posibilidad. A ver, River convirtió 9 goles en diez partidos y sufrió, en el mismo lapso, apenas cuatro. Carrizo lo hizo. Sí, Chichizola también, pero Juan Pablo, habiendo atajado la misma cantidad de partidos que el pibe fue más espectacular.
Siempre se dice que arquero de equipo grande es aquel capaz de aguantar las dos o tres veces que le llegan a su equipo. Carrizo es eso. Este Carrizo es arquero para el Barcelona, para el Real Madrid o…para la Selección Argentina. Como Sergio Batista avizoró. Salvo una catástrofe JP será el que custodie los tres palos en la Copa América. ¿Está bien que así sea? Y, los guantes y los gool atragantado de los rivales hablan: Sí.
¿PODRA SEGUIR?
La gran incógnita es si River podrá retener a Juan Pablo. Parece complicado. El arquero está tasado en seis millones de dólares y River no tiene ni para empezar a contar esa plata. ¿Entonces? El Millonario apuesta porque la Lazio (anda relativamente bien en el campeonato tano) acepte renovar el préstamo por el arquero y porque JP baje sus pretensiones económicas para poder seguir en River.
Igual, en la dirigencia duermen tranquilos. Saben que Leandro Chichizola es el futuro del arco rojo y blanco. Incluso, el nombre de Fabián Assmann, actual arquero de Independiente comenzó a retumbar en los pasillos del Monumental.
La pregunta es, ¿es alguno de esos dos buenos arqueros un arquero gana partidos como JP? No y, por eso, Daniel Passarella y River deberán extremar esfuerzos para asegurar a sus manos doradas. ¿Lo harán? Eso ya es otro cantar…
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