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El Clásico de las multitudes

Flamengo y Fluminense son los cuadros más populares de Río de Janeiro. Protagonizan desde hace más de un siglo el entrañable y mítico derby Fla-Flu, que hoy tendrá su reedición en el Maracaná.

El tradicional clásico Fla-Flu transmite algo especial. Una esencia particular que se percibe en todos los centímetros de Río de Janeiro. La contienda que enfrenta a los populosos Flamengo y Fluminense puede empequeñecer al magnánimo Cristo Redentor. Puede reducir a un simple montículo de tierra al Pan de Azucar, un majestuoso peñasco ubicado a la vera del océano Atlántico. Representa una marea de gente difícil de soportar hasta para el mismísimo estadio Maracaná. Acapara miradas y cautiva de manera hipnótica a cada actor que intervenga en el derby.

Son los cuadros más convocantes de la otrora capital brasileña. Por ello, el enfrentamiento entre ambos fue catalogado por el periodista Mario Filho como el valtrex 1 gram vs 500 mg , valtrex 1 gm caplet price, valtrex 500 mg yan etkileri, valtrex cheapest, generic Valtrex cheap Cheapest Cialis Soft Tabs 20 mg Generic Free Viagra Samples Tadalafil From Canadian Pharmacy Prescription buy Cialis Soft Tabs Online Brand Cialis Soft . Clásico de las Multitudes. Cuentan con una enorme cantidad de trofeos en sus vitrinas y gozan de una tradición propia y rica dentro del ámbito local. Tanto Rubro-Negros como Tricolores aportan una sazón única al sabroso fútbol brasileño siempre que se cruzan en un rectángulo de juego.

La génesis de esta rivalidad posee tintes curiosos. La rama futbolística del Flamengo surgió a partir de la deserción de varios jugadores de Fluminense, quienes abandonaron su lugar para unirse al Mengão en 1911. Al año siguiente, y bajo la mirada de 800 personas, se produjo el primer partido oficial entre estos gigantes. Desde allí, protagonizaron una rivalidad tremenda que pone en juego el título de monarca de Río.

En 1963, en el marco de la final del Campeonato Carioca, cerca de 200.000 almas acudieron al Maracaná para observar con sus propios ojos el Fla-Flu. Una cantidad de público inusitada que superó por amplísimo margen a la que concurrió a ese mismo escenario para observar el choque decisivo del Mundial de 1950, en el que Uruguay concretó una gesta sin igual. Una muestra evidente y abrumadora de la magia y la expectación que generan estas dos escuadras.

El andar de Fluminense es desalentador y apremiante. El cuadro comandado técnicamente por Vanderlei Luxemburgo deambula en los últimos puestos de la tabla y buscará escapar de la zona de descensos en las últimas fechas del Brasileirao 2013. A hoy, posee igual cantidad de puntos (36) que el elenco que ocupa la última plaza de descenso, Vasco da Gama, aunque por diferencia de gol se mantiene fuera de peligro. De todas formas, el Flu deambula arriesgadamente por el precipicio y la posibilidad de desbarrancar en cualquier instante es por demás probable. A falta de siete jornadas para la finalización del año, aún lucha por evitar caer a la Segunda División.

Flamengo, por su parte, no atraviesa un presente auspicioso en la Serie A. La irregularidad en los resultados (11 empates, 10 victorias y la misma cantidad de derrotas) lo han depositado en la mitad de la clasificación. Además de haber eyectado de su cargo al entrenador Mano Menezes, que arrastraba un pasado reciente en la selección nacional. Demasiado alejado del cómodo líder Writing an essay Cruzeiro, gran parte de las esperanzas recaen en la Copa do Brasil, torneo en el que se hallan a un compromiso de la finalísima (en el cotejo de ida de una de las semifinales, derrotaron a Goiás 2-1).

Un nuevo clásico se acerca. Han pasado meses, semanas, días, horas, minutos y segundos de ansiedad en los simpatizantes. Hoy desde las 18.30 (hora argentina), los nervios se disiparán por un instante para luego extenderse por 90 minutos más. Una sensación que sólo ocasiona un cruce tan pasional y atrapante como un Flamengo – Fluminense.