San Lorenzo es un verdadero desastre. Volvió a caer, esta vez con Arsenal, 1-0 con gol de Adrián González, un ex de la casa que por si fuera poco gritó el gol sin ningún tipo de pudor. El Ciclón tiene lo que merece, luego de años de dirigencias corruptas e ineptas que vaciaron al club, los jugadores se acostumbraron a ser igual de mediocres que ellas. Entre la inferioridad técnica y la falta de actitud, el equipo va rumbo a la Promoción.
Gol y triunfo. Arsenal ganó y se le escapó en los promedios al Ciclón.
No había arrancado mal conjunto de Asad, en los primeros minutos se aproximó al arco de Campestrini aunque nunca lo inquietó demasiado, salvo en un mano a mano de Salgueiro. Una pelota perdida por la defensa de los locales devino en Romagnoli metiéndose al área con mucho peligro, Adrián González lo barrió y en medio de las dudas Lunati advirtió que el ex San Pablo había tocado la pelota, mientras todo el banco cuervo protestaba. A partir de ahí los de Alfaro crecieron y tuvieron sus situaciones en el final de la primera etapa, fueron Caffa y Óbolo que no tuvieron buena puntería.
En el complemento se vería a otro San Lorenzo. Caído, sin ideas y pecando, una vez más, de la línea de tres que a Asan tanto le gusta para que juegue Romagnoli que cada vez se merece más el banco. El físico y las piernas cada vez le responden menos al “Pipi”, junto con Ortigoza que llegó como crack pero cada vez lo es menos. Bottinelli de stopper es un defensor del montón, y cuando juega de central con línea de cuatro es uno de los mejores del país. Bozzoni demostró, tanto como en reserva, que de marca sabe muy poco. Mientras, Gigliotti mantiene su juego pachorriento y displicente, y el equipo sólo parece depender de Bazán y Kalinski, los únicos capaces de sacarse un tipo de encima.
Arsenal aprovechó esos factores, y en una gran jugada individual Adrián González mostró los horrores de un equipo que hace aguas por muchos lados. Lo gritó desaforado el ex santo, que esta vez festejó el gol sin problemas, distinto del torneo anterior donde en el Nuevo Gasómetro prefirió callarse, porque sabe que en Boedo no hizo las cosas bien, especialmente puertas adentro. San Lorenzo sólo tuvo una respuesta: centro de Bozzoni y cabezazo de Romeo que da en el palo y queda muerta. Se acabó el partido, el Ciclón liga muy de vez en cuando, y cada vez hace menos méritos.
Era la chance de los visitantes de alcanzar al equipo del Viaducto, que ahora estiró su ventaja en los promedios a seis puntos. Se viene otro choque trascendental: San Lorenzo sigue afuera de la Promoción (a pesar de que perdió la mitad de partidos de los que jugó, seis de 12), pero enfrenta como local a All Boys, que si lo derrota lo mandará a Promoción y le volverá a mostrar que su situación no es para andar regalando puntos y partidos. Asad aseguró que “por ahora no se va” y que “piensa cumplir su contrato”, mientras los hicnhas despidieron al equipo con silbidos e insultos. El horno no está para bollos.
El gol:
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