San Lorenzo se despidió, al menos hasta la temporada próxima, de la pelea por no descender. Desde hace dos años que el promedio acuciaba al Cuervo y estuvo a punto de condenarlo, pero el 3-0 ante All Boys espantó los fantasmas y tranquilizó al Ciclón, que vive sus días más serenos después de mucho tiempo.
Casi cuatro años tuvieron que pasar para que San Lorenzo tenga más de 20 puntos restando 15 por jugarse. Hoy tiene 23, los mismos que en el Apertura 2009, semestre en el que en algún momento peleó el campeonato con Banfield y Newell´s e incluso la Copa Sudamericana, cuando cayó increíblemente ante River de Uruguay en Cuartos. Aquella vez, el Matador se quedó sin el pan y sin la torta, pero fue la última ocasión en que pudo coronar una campaña aceptable: 32 puntos para el Azulgrana de Simeone.
A partir de ahí sólo tuvo dos buenos amagues, ambos con Ramón Díaz, que en mitad de campeonato ya eran realidades adversas. San Lorenzo sólo superó una vez los 25 puntos en ese lapso y fue en el último torneo, cuando hizo 26 unidades repartidas entre los ciclos de Caruso Lombardi y Pizzi. Por eso, que el Ciclón ya tenga 23 puntos, es algo difícil de creer.
Matemáticamente, San Lorenzo todavía tiene chances de descender, pero sacó una ventaja casi definitiva. Haber cosechado 13 de los últimos 15 puntos también le deja opciones de ser campeón: el Ciclón está cuarto y comparte su lugar con Godoy Cruz y Quilmes, pero lo separan seis puntos de Newell´s y cuatro de Lanús, que tiene un partido menos y puede estirar esa ventaja a siete. Las chances son remotas, pero están. Y si de números se trata, le sacó seis puntos de ventaja al Tomba en el último cupo por entrar a la Sudamericana.
San Lorenzo está recuperando su esencia. Lleva diez partidos de visitante sin perder, encontró un equipo, sumó con creces a los juveniles y se ilusiona con pelear campeonatos y no descensos. El Ciclón dejó atrás los temas Migliore y Aguiar, y está punto de renovarle contrato a un técnico después de mucho tiempo. Y lo mejor: después de mucho sufrir, y al menos por unos meses, ya no mirará más la tabla de abajo.
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