Hace instantes, luego de la derrota del Ciclón ante Unión, Omar Asad dejó de ser el director técnico de San Lorenzo. La octava caída en el campeonato y la quinta como local marcaron el adiós de un entrenador que nunca le encontró la vuelta a un plantel mediocre, a pesar de que afirmó tener fuerzas para seguir. Los escasos 15 puntos en igual cantidad de partidos le marcaron el adiós al ex Emelec.
Es claro que Asad está pagando personalmente una crisis que se generó hace bastante y que lo encuentra a él circunstancialmente, pero también tiene su cuota de responsabilidad. Los resultados fueron pésimos y a pesar de que, es cierto, la suerte pocas veces lo acompañó, el equipo nunca convenció con su rendimiento y falló en los partidos clave. El Turco se suma a Simeone, Méndez, Tojo y Ramón Díaz, que tampoco pudieron ganar más partidos dirigiendo de los que perdieron. Sus números finales marcan cuatro victorias, cinco empates y nueve derrotas. Flojo.
El partido de hoy ya es anecdótico, sólo marca una tendencia que ya está instalada: San Lorenzo no es inferior a sus rivales, pero le cuesta muchísimo hacer un gol y pierde de local contra rivales directos. Es el cuatro 0-1 en el Nuevo Gasómetro, sumados a Lanús, Belgrano y All Boys. El Ciclón mostró actitud y buenas intenciones, pero sólo se quedó en eso y la carencia de ideas le aplicó una vieja receta: la visita aprovecha un error propio y define el partido, sin haber hecho demasiado antes. San Lorenzo cuenta con muy pocos recursos y remontar la desventaja se le hace muy cuesta arriba.
El cambio de actitud fue percibido por los hinchas también, que en su mayoría despidieron al equipo alentando. A pesar del estancamiento en la zona de Promoción, la entrega de los jugadores aplacó los silbidos de partidos en los que el Matador hizo muy poco y su gente se lo hacía notar. Cierto es que también hubo simpatizantes que reprocharon y que en la Platea Norte se insultó a Asad a los cuatro vientos y hasta se intentó agredir a Abdo, pero tuvieron una magnitud moderada si se lo asocia con lo que es el presente deportivo/institucional del club.
Los directivos evaluarán si aceptan o no la renuncia de Asad, aunque seguramente optarán por la primer opción. En breve empezará la danza inconducente de apellidos que sólo Dios sabe a quién se le ocurren y que tienen una trascendencia que no se merecen. Desde Rock ´N Ball no nos queremos sumar a esa tendencia hasta no tener datos certeros. Lo que sí estamos en condiciones de decir es que San Lorenzo tocó fondo y que la crisis vino para quedarse. Ah, Tigre ya está a ocho puntos.
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