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De Aerolíneas, tetas y campaña

O la historia de cómo las dos tetas de Victoria Xipolitakis arruinaron la carrera de dos pilotos pajeros mientras quieren que nos preguntemos si Recalde puede o no manejar la Ciudad. O al menos, esa es la intención.

El escándalo estalló. Victoria Xipolitakis, la griega, la dueña de dos grandes atributos que hacen voltear a gran parte de la platea masculina, quedó en el centro de la escena. Como siempre. Como a ella le gusta. El tema es que esta vez el escandalete no lleva concheros, plumas, ni romances tórridos. Pero sí involucra a dos pilotos de Aerolíneas Argentinas, un candidato a Jefe de Gobierno de la Ciudad y al tan mentado Grupo Clarín.

Seguramente habrán visto (difícil no hacerlo si el Grupo quiere que lo veamos) el video en el que Vicky Xipolitakis “pilotea” un avión. ¿Por qué las comillas? Porque el video sólo muestra lo siguiente: dos pajeros, una mina que utiliza sus atributos y su presunta tontera y todo en medio de un histeriqueo pelotudo, más propio de American Pie que de la vida real. ¿Se puede aseverar que Vicky haya piloteado el avión? No, para nada. Es más, en el video completo, ella dice “Yo aceleré el avión”, pero está claro que no hizo ninguna maniobra del despegue. Fue como si encendiera el auto, pero sin sacarle el freno de mano. Acá se ve clarito.

Sin embargo, como ella dijo que fue una “pilota” ya dan por sentado que piloteó el avión. Ah, un detalle. ¿Dónde lo dice? Ante el micrófono de TN, claro. ¿Qué cómo se enteró que ella había piloteado el avión? Misterio…Supongamos que Vicky Xipolitakis manejó un avión. Y lo cuenta en redes sociales. ¿Es noticia sólo para TN? No, claro. Incluso, la prueba está en el revuelo que hay ahora. Además, si escuchan las declaraciones, Vicky incluso dice cosas qué no le preguntan, como el hecho que los pasajeros no sabían que ella estaba en cabina. O sea, material indispensable para una demanda XL contra la Aerolínea. Algo que se viene, eh. Es más, no me extrañaría que algún abogado mediático ya se haya contactado con alguno de los pasajeros/damnificados del vuelo de Austral.

Ahora, ¿Vicky dice esto porque es tonta? No, para nada. Sí se hace la tonta. Pero nadie que sea tonta puede construir lo que ella construyó: una carrera en el mundo de la farándula. Primero, haciendo aparición explosiva con su hermana (¡Las mellizas griegas!), luego, colgándose de Moria Casan , a quién admiró, defenestró, se reconcilió y hasta se sacó fotos en bolas. Como mandan los libros, claro. Y, por supuesto, desde la gran pantalla del escándalo (ShowMatch) haciendo lo que todas: bailando, mostrando el culo, llorando, peleándose con Polino, Ángel De Brito o quién sea. Completando todos los casilleros y recibiéndose con honores de la carrera de “Mediática“. Pero tonta no. Tonta jamás.

Esto no trata de ser una defensa de los pilotos, que fueron bien ‘apartados’ por la compañía y, seguramente, no volverán a pilotear un avión en su vida. Al menos no en Aerolíneas., ni en Austral. Si no que es para que veamos más allá. ¿No es raro que salga salpicada la Aerolínea que comanda Mariano Recalde, candidato a Jefe de Gobierno y que el video salga justo en el canal que es opositor al espacio político que él representa? ¿A nadie le hace ruido? Que las dos tetas no tapen el bosque…

La foto del escándalo. Xipolitakis, sus dos tetas y los dos pilotos.
La foto del escándalo. Xipolitakis, sus dos tetas y los dos pilotos.

Es más, conociendo a Vicky de trabajar muy cerca de un portal de espectáculos, es posible que ella sí haya filmado el video y que incluso haya querido difundirlo. Seguramente, lo ofreció a varios medios y portales del mundo del espectáculo. Hasta que apareció en Telenoche, nadie le había dado visibilidad. Después, empezó la escalada informativa: Clarín, La Nación, más medios hasta llegar al muro de Facebook del ejército de Doña Rosas que vive en las redes sociales. Y listo, tema instalado.

¿Pilotos pajeros? Sí, pero la pregunta que se buscó instalar y se seguirá buscando instalar es otra. ¿Cómo podrá manejar la ciudad Recalde si no puede controlar Aerolíneas? . Y eso está muy lejos de Vicky, sus lolas y su tontera o el pajerismo -inocultable y altamente visible- de los dos pilotos. Y el que piense que eso no puede ser, que haga un doctorado en política y medios de la mano de Frank Underwood.

Y supongamos que nada de esto fuera así. Que no se trató más de dos tipos queriendo sacar ventaja de Vicky o verla más de cerca y, para eso, la invitaron a la cabina y le hicieron creer que piloteaba el avión. O, pongamos, que efectivamente sí lo piloteó. Supongamos todo esto. Los pilotos están bien apartados, ningún pasajero tiene el privilegio de poder acceder a la cabina de mando desde el atentado a los Torres Gemelas, en septiembre de 2001, por más grandes que sean sus “gemelas“. O sea, con eso sólo, ya los pilotos actúan mal y merecen la sanción.

Lo otro, eso que utilizan algunos medios/periodistas para horrorizarse es papel picado. Porque esto tiene mucho de papel picado. Una pregunta, ¿Si Aerolíneas estuviese bajo el control de Macri, Larreta o cualquiera que provenga del PRO, Telenoche lo hubiese pasado? No, claro que no. Pero tal vez sí la Televisión Pública. Claro, en casos como este no hay inocentes, ni tontos, ni quienes no saben lo que hacen. Mucho menos importa el tema que se visibiliza, si no hay que ver la cuestión de fondo: Recalde y su manejo. Justo en campaña.

¿Ahora, cómo quedó parado el titular de AA? Quizás, quienes quisieron hacerle un mal hasta le hicieron un bien. Con la decisión que tomó demostró que no le tembló el pulso para hacer lo que debía hacer. Y, quizás, hasta salió favorecido.

¿Los dos pilotos? Con su carrera arruinada, seguramente. Ojo, si se mueven bien, pueden desembocar en la pista del “Bailando…” e incluso ser pareja de Vicky. Ella, la Griega, con más escándalo y notoriedad para sumar a su ya abarrotado CV en la materia.

¿Y nosotros? Nosotros, una vez más, indignados. Enojados. Puteando a diestra y siniestra por los pajeros, por lo tonta de Xipolitakis, por el inoperante de Recalde y por qué se yo que otras cuestiones. Mirando sin ver, en definitiva.