San Lorenzo y River chocarán nuevamente en un certamen internacional, algo que no sucedía desde el año 2008, cuando el Ciclón borró de la Libertadores al Millo de Simeone en una noche épica. Fue la vez que Ramón Díaz, que estaba sentado en el banco cuervo, no controló la euforia de un partido infartante y gritó los goles sin tapujos, en la cancha donde ganó y lo aman todos.
Parece un cliché, pero es imposible hablar de un River-San Lorenzo sin hacer mención a aquel 8 de mayo. Es difícil porque fue la noche en que se dio vuelta la torta, se volvió a emparejar un clásico que aburría porque tiraba siempre el mismo resultado. El Matador remontó una serie increíble y le perdió el miedo a un River que, desde esa vez, cayó en caída libre y descendió tres años después.
Pero aquel desenlace inesperado no fue la única perlita de esa noche de copa: Ramón Díaz, fuertemente identificado con la Banda Roja, llegaba por segunda vez en su historia al Monumental como visitante. Quién sabe si enojado con la dirigencia del Millo o simplemente exaltado por el partido que le tocó vivir, gritó los goles como uno más, dejó su pasado de lado. Igual que Abreu, que cuando anotó el 2-0 poco se acordó de sus títulos con la Azulgrana puesta.
Pasaron más de cinco años y nueve partidos desde aquel duelo. Las estadísticas arrojaron tres triunfos santos (un 5-1 incluido), dos millonarios (uno por Copa Argentina) y cuatro empates. Números impensados teniendo en cuenta la historia reciente previa al duelo de 2008, cuando River le ganaba a San Lorenzo desde el vestuario. Pero la historia cambió, si bien sigue habiendo 19 partidos de diferencia, ahora cualquiera le gana a cualquiera. Ya no hay miedo, sólo respeto mutuo.
Se viene un clásico bárbaro. Dos de los mejores del Torneo Final se verán las caras y no sólo en el arranque de esta Sudamericana, que los tendrá en agosto abriendo la llave en el Pedro Bidegain; también se enfrentarán en la 5º fecha del Inicial, nuevamente en el Bajo Flores. Se revive un gran duelo, con fantasmas e historia. Otra vez estará Ramón, habrá que ver cómo reacciona.
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