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Cristiano Ronaldo, algo más que números

Era el momento, o al menos le llegó él momento. A él, a Cristiano Ronaldo que, con su hat-trick en el partido de ayer frente a Irlanda del Norte, cerró la remontada de Portugal, que venció 4-2 a los locales por la séptima jornada correspondiente al grupo F de  las Eliminatorias europeas. El escenario de la magnífica actuación del luso fue el estadio Windsor Park de Belfast y el tiempo que CR7  necesitó para dar vuelta un partido vibrante, en el que su selección perdía por 2-1 con un hombre menos – expulsión de  Hélder Postiga (`42)-  fue el de 16 minutos. Es que al cuestionado, pero indudablemente habilidoso jugador del Real Madrid se le prendió la lamparita recién a los `68 de partido, para luego mantener esa lucidez y hacer titilar sus propias luces nuevamente a los 73 y 88 minutos, dejando, entre sombras, a sus rivales, quienes por un momento se habían ilusionado con la victoria. El método de sus goles: dos cabezazos y un tiro libre. Además, como frutillita del postre, tiró un caño cerca de la mitad de cancha, enredando a su marcador, quien pareció quedar obnubilado ante esa pícara y gozosa obra de arte del portugués. A su vez, a esta nota llena de números, se le suman un par más. Pues, el por qué de la importancia de este encuentro, o de esta actuación deslumbrante también pasa por un récord que el ex Manchester United consiguió al anotar por tres, ya que supera por dos anotaciones a Eusebio y se coloca como segundo máximo goleador de la selección de Portugal con 43 goles, al estar aún a  cuatro conversiones de Pauleta, líder de la tabla de artilleros. Más allá de las comparaciones –a veces sin rumbo alguno- y de lo estadístico, esta vez el resultado más importante para Ronaldo no fue el numérico, sino más bien el emocional. Es que por primera vez y con el honor portugués salvaguardado, el nacido en Madeira, finalmente parece haber ocupado un sitio no sólo en la historia del fútbol de su país, sino también en los corazones de los seguidores lusos. El caño: https://youtu.be/55iOyv-BTYs Reavivando la historia Los tres goles de Cristiano Ronaldo en el encuentro de ayer, acarrearon al presente aquella actuación de Eusebio, en la que “La perla negra” dio vuelta un 3-0 ante Corea del Norte mediante la anotación de cuatro goles. El encuentro finalizó 5-3 para los lusos, quienes se quedaron con la victoria en aquel partido correspondiente a los cuartos de final de la Copa Mundial de 1966, disputada en Inglaterra. Cuentan los memoriosos, que fue aquel  partido el que depositó a Eusebio en el corazón de los amantes del fútbol.    

Era el momento, o al menos le llegó él momento. A él, a Cristiano Ronaldo que, con su hat-trick en el partido de ayer frente a Irlanda del Norte, cerró la remontada de Portugal, que venció 4-2 a los locales por la séptima jornada correspondiente al grupo F de  las Eliminatorias europeas.

El escenario de la magnífica actuación del luso fue el estadio Windsor Park de Belfast y el tiempo que CR7  necesitó para dar vuelta un partido vibrante, en el que su selección perdía por 2-1 con un hombre menos – expulsión de  Hélder Postiga (`42)-  fue el de 16 minutos. Es que al cuestionado, pero indudablemente habilidoso jugador del Real Madrid se le prendió la lamparita recién a los `68 de partido, para luego mantener esa lucidez y hacer titilar sus propias luces nuevamente a los 73 y 88 minutos, dejando, entre sombras, a sus rivales, quienes por un momento se habían ilusionado con la victoria.

El método de sus goles: dos cabezazos y un tiro libre. Además, como frutillita del postre, tiró un caño cerca de la mitad de cancha, enredando a su marcador, quien pareció quedar obnubilado ante esa pícara y gozosa obra de arte del portugués. A su vez, a esta nota llena de números, se le suman un par más. Pues, el por qué de la importancia de este encuentro, o de esta actuación deslumbrante también pasa por un récord que el ex Manchester United consiguió al anotar por tres, ya que supera por dos anotaciones a Eusebio y se coloca como segundo máximo goleador de la selección de Portugal con 43 goles, al estar aún a  cuatro conversiones de Pauleta, líder de la tabla de artilleros.

Más allá de las comparaciones –a veces sin rumbo alguno- y de lo estadístico, esta vez el resultado más importante para Ronaldo no fue el numérico, sino más bien el emocional. Es que por primera vez y con el honor portugués salvaguardado, el nacido en Madeira, finalmente parece haber ocupado un sitio no sólo en la historia del fútbol de su país, sino también en los corazones de los seguidores lusos.

El caño: https://youtu.be/55iOyv-BTYs

Reavivando la historia

Los tres goles de Cristiano Ronaldo en el encuentro de ayer, acarrearon al presente aquella actuación de Eusebio, en la que “La perla negra” dio vuelta un 3-0 ante Corea del Norte mediante la anotación de cuatro goles. El encuentro finalizó 5-3 para los lusos, quienes se quedaron con la victoria en aquel partido correspondiente a los cuartos de final de la Copa Mundial de 1966, disputada en Inglaterra.

Cuentan los memoriosos, que fue aquel  partido el que depositó a Eusebio en el corazón de los amantes del fútbol.