El Athletic de Bielsa superó ampliamente al sorprendente Mirandés y jugará la final de la Copa del Rey, torneo que se le viene negando desde la temporada 83/84.
Sin dudas era el candidato, por el nivel que viene mostrando, porque había ganado en la ida (de visitante) y porque, sin dudas, este Athletic de Bilbao es mucho más que un equipo de Segunda División B.
Sin embargo, ni Bielsa ni sus muchachos daban la serie por ganada ante un equipo que venía de dar el golpe al eliminar al Espanyol de Pochettino, que marcha 5to en Primera División, aún por encima de los vascos.
Pero el conjunto demostró dominio de comienzo a fin del partido. A los 23 minutos de la primera etapa, los bilbaínos ya goleaban por 3-0 y, con la victoria en la ida 2-1, prácticamente sentenciaban la eliminatoria.
Los visitantes, con mucha dignidad y amor propio, intentaron reaccionar en el comienzo del segundo tiempo, y alcanzaron el descuento al comienzo de la última mitad. Pero la calidad de los jugadores, la historia y el nivel de juego pesaron mucho para un equipo que luchó hasta donde pudo.
Apareció Llorente, en dos oportunidades, para poner arriba a los locales 5-1 y, a pesar del descuento sobre el final, Caneda (en contra) sentenció el 6-2 final.
El Athletic funcionó como un relojito, mientras que el Mirandés mostró las falencias lógicas de un equipo de tercer nivel, que iba en búsqueda de la gloria.
Los de Bilbao esperan por Valencia o Barcelona en la final. Por su parte, los de Miranda de Ebro lucharán por ascender y jugar, por primera vez en su historia, en la Segunda División. Misión cumplida para ambos.
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