El Catania de Diego Pablo Simeone ganó el clásico con el cuchillo entre los dientes pero, sobre todo, con fútbol. Gonzalo Bergessio marcó un verdadero golazo y Pablo Ledesma anotó el suyo. El equipo del Cholo sumó un triunfazo. ¿El Palermo de Pastore? Nada, nada…
Los clásicos se juegan así: con el cuchillo entre los dientes, con fútbol, con golazos, con recambio, con enjundia y con compromiso. Todo eso tuvo el Catania de Diego Simeone que destruyó a un equipo que, no hasta hace mucho, era tildado como “revelación” en el Calcio.
El clásico de Sicilia fue ganado con autoridad por un Catania que utilizó a ¡once! jugadores argentinos. No todos juntos, es cierto, pero con el ingresó de Alejandro Gómez y de Pablo Ledesma completó los once, porque ya estaban jugando: Andújar, Silvestre, Spolli, Ricchiuti, Pablo Alvarez,Carboni, Schelotto Bergessio y Maxi López.
Distinto fue el tema para Pastore. Suplente y jugando apenas 38′ poco pudo hacer para dar vuelta la historia. En la rueda pasada Javi había marcado un triplete para el 3-1 del Palermo sobre el Catania. ¡Cómo cambio la historia! Mientras, el equipo de Simeone le sacó cinco puntos de distancia al último escalón que lo condena a la Serie B y sueña con la salvación, algo que en un momento de la temporada pareció muy complejo. Ahora, a la Cholito’s Way le queda más cerca la hazaña.
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