Y la Albiceleste volvió a ganar, y de qué forma lo hizo para asegurarse la clasificación. Luego de tres empates al hilo en estas Eliminatorias, la selección de Sabella recuperó la memoria y catapultó a un débil Paraguay por 5-2. Los goles de Aguero, Di María, Maxi Rodríguez más los dos penales de Messi fortalecen la esperanza que descansa en este equipo, que en dos años revirtió una pésima imagen y ya cumplió su objetivo.
A falta de dos fechas para que termine el certamen, Sabella ya tiene todo casi cocinado. Sabe que arriba el equipo es un relojito, y que casi no se resiente con el recambio. Tampoco duda de que Gago y Mascherano son los acompañantes perfectos a los cuatro fantásticos. Las certezas siguen porque Argentina ya se clasificó, y la lista de 23 no parece que vaya a tener sorpresas.
Las suspicacias están en el fondo, y porqué no en el arco. Esta selección nunca se caracterizó por defender bien, pero con el tiempo logró asentar un cuarteto inamovible, que viendo lo de ayer parece ser lo mejor disponible. Ante Paraguay, Campagnaro, Coloccini y Basanta reemplazaron a Fernández, Garay y Rojo, pero ninguno estuvo a la altura del partido. El lateral derecho lo siguió ocupando Zabaleta, que siempre cumple y no tiene nadie que pueda competirle su puesto.
Pero, valga la redundancia, tantos jugadores en ofensiva más la ausencia de Mascherano hicieron que el equipo no defienda bien, y es el lugar donde más tendrá que trabajar el cuerpo técnico. Sabella va a llevar siete defensores y no ocho, y entre ellos parece que estarán los cuatro titulares más los tres de ayer. ¿El más resistido? Basanta, que primero pareció una alternativa para jugar en la altura pero se ganó un lugar por ser alternativa de lateral y de central, algo que sedujo al DT dado el número reducido de defensores que va a llevar. Algunos pedían a Casco, que teniendo en cuenta lo que hay podría ganarse un lugar, pero a menos de un año del Mundial no se vislumbran sorpresas. Pachorra armó un equipo, lo asentó y le dio rodaje, en su cabeza ya es tarde para improvisar.
Quien tampoco convenció ayer fue Chiquito Romero. Recién fichado por Mónaco por falta de continuidad en Sampdoria, protagonizó un blooper y algunas indecisiones, por lo que varios hinchas ya le pusieron el ojo recordando fallas anteriores. Es casi seguro que tanto él como Orión y Andújar estarán en Brasil, pero el arco está para cualquiera. De hecho, en algún momento se pensó que ayer atajaría el ex Huracán, cuatro años después de perder el puesto en manos de Romero, que se ganó su titularidad casualmente en el Defensores del Chaco.
En fin, más allá de algunas puntualidades, Argentina tiene material de sobra. Dos años atrás estaba a la deriva, sin juego, sin conducción y con peores resultados. Hoy, la historia se revirtió completamente: hay un equipo asentado, una clasificación consumada y un plantel que renovó una ilusión casi perdida, comandado por un cuerpo técnico que cambió prensa por trabajo. Faltan detalles, concretar algún nombre y arreglar algunas fallas, pero las valijas ya están hechas.
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