Tras el empate histórico en la fría noche de La Plata frente a Argentina, Bolivia buscará mañana en Jujuy dar un paso importantísimo hacia los cuartos de final cuando enfrente a Costa Rica.
Con mucha ilusión y con el objetivo fijo de pasar la primera fase luego de 14 años, la selección de Quinteros se entreno a puertas cerradas en el día previo al partido. No se preveen grandes cambios en la sorprendente Bolivia, luego que tanto Jhasmany Campos como Jaime Robles se entrenaran con normalidad. El único cambio será la salida de Joselito Vaca, sin embargo la duda ahora pasa por saber cual será su reemplazante, si Juan Carlos Arce (si, el de los enganches en el área argenta) o Alcides Peña.
Gustavo Quinteros, anticipó que se verá un equipo más agresivo y ofensivo que el del viernes, al cual catalogo como “defensivo y contragolpeador”. Sabe que el conjunto dirigido por el argentino Ricardo La Volpe es quizás el más débil de la Copa y que se juega gran parte de la clasificación, ya que de ganar se aseguraría el tercer puesto del grupo, en una competición en la que dos de los tres terceros (los mejores) pasan a cuartos.
De mantener el orden, la solidaridad, y el compromiso mostrado en el debut, “La verde” tendrá grandes chances de conseguir un resultado favorable y volver a una instancia de eliminación directa que no afronta desde la Copa América del 97, en la que hizo como local y fue subcampeón. Será por eso que Quinteros definió al encuentro como “el más importante del año”.
Con gran apoyo de su público – se esperan que 10 mil hinchas bolivianos crucen la frontera hacia Jujuy – mañana por la tarde Bolivia se sentirá local como nunca en suelo argentino, y que mejor momento que un partido decisivo para sentirse así.
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