A mediados de diciembre de 1946, una vez finalizado el campeonato local en el que se consagró campeón (con 90 goles a favor y 37 en contra), el cuadro azulgrana emprendió una gira por España y Portugal que culminaría el 12 de Febrero de 1947.
Aquella gira, donde San Lorenzo enfrentó a las selecciones de Portugal y España y a equipos como Barcelona, Atlético y Real Madrid, Sevilla, Atlétic Bilbao, Valencia, Deportivo La Coruña o el Porto, marcó un antes y un después en el fútbol español, que vio por primera vez a un equipo que jugaba distinto. El Ciclón construía jugadas desde atrás, movía el balón en horizontal buscando el espacio y libre y dejando que éste se mueva por sí solo. Toda una novedad para la España de aquel entonces, abrumada por el franquismo y la Segunda Guerra Mundial.
Pero no sólo eso. Sus jugadores eran distintos. Ni siquiera usaban el blindado botín español, sino uno más ligero, más suave, dejando el tobillo libre –a riesgo de dejarlo expuesto a patadas- y que a cambio permitía mover el pie con más libertad e incluso usar el empeine. Mientras, en los Cuervos, brillaba el Trío de Oro: Armando Farro, René Pontoni y Rinaldo Martino, entre otros grandes jugadores.
Los resultados de aquel equipo fueron, algunos, tan históricos como abrumadores. El más resonante fue el 6-1 ante la Selección de España en Madrid, donde las paredes de los argentinos pasaron a la historia. Tal triunfo ya se había dado en Barcelona días antes, pero por 7-5. Otros batacazos se dieron también ante la Selección de Portugal, el Porto y el Atlético Aviación (hoy Atlético de Madrid), 10-4, 9-4 y 4-1 respectivamente.
Completaron la gira los empates con el Athletic, Sevilla, Deportivo y Valencia (3-3, 1-1, 0-0 y 5-5) y una derrota por 4-1 ante Real Madrid que, según dicen los que vieron aquel partido, fue jugado con cierta displicencia por los jugadores azulgranas, causando el enojo de varios españoles. El goleador de la gira fue Rinaldo Martino con 17 goles, y lo siguió quien resultara la gran estrella del certamen: René Pontoni, con 12 tantos.
Pontoni fue pedido inmediatamente por el Barcelona, pero el argentino no quiso alejarse de su familia y su hogar y desistió el ofrecimiento. Fue el primer pedido insistente de un cuadro español para la llegada de un futbolista argentino. A partir de ahí comenzó a hacerse moneda corriente y fue vital su influencia para la llegada de Di Stéfano años después al conjunto merengue.
Aquel viaje, como se dijo, cambió la idea del fútbol español. Lo modernizó. Tal es así, que hace poco tiempo, el periódico español Marca remarca en esta nota que el fútbol español es argentino, en alusión al cambio radical que produjo la visita de aquel San Lorenzo de Almagro.
La delegación del cuadro de Boedo que produjo tal cataclismo fue: Mirko Blazina, Oscar Baso, Ángel Zubieta, Salvador Grecco, Bartolomé Colombo, Mario Imbellone, Armando Farro, René Pontoni, Rinaldo Martino, Oscar Silva, Andrés Peñalva, Eduardo Crespi, Roberto Avallay, Manuel Rodríguez, Roberto Alarcón y Francisco de la Mata, dirigidos por Pedro Omar. Los españoles y el fútbol, profundamente agradecidos a ellos.
Imágenes de los jugadores y halagos de la prensa española:
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