San Lorenzo volvió a caer como local cuando parecía que se acomodaba entre el lote de los arriba, nuevamente por uno a cero pero esta vez su verdugo fue Belgrano de Córdoba. Un golazo de Mansanelli fue lo poco que mostró un choque muy chato entre un equipo muy defensivo y otro sin ideas.
El partido se manejó en una monotonía tan aburrida como anunciada: el conjunto cordobés se defendió con mucha gente y el Ciclón nunca le pudo entrar. Poco hicieron los de Asad durante el primer tiempo para romper la paridad, el cerrojo celeste parecía invulnerable. Tan solo un tiro libre de Méndez y un cabezazo desviado de Bottinelli fue lo poco que insinuó un elenco errático, que tuvo a Kalinski como su hombre más destacado.
Los de Zielinski sabían lo que querían. Eran visitantes ante un grande y su objetivo fue cuidar el cero y salir de contra. Tan mal no les salió: primero un cabezazo del “Picante” Pereyra avisó, y a los 40, luego de una falla en el medio azulgrana, Mansanelli apuntó desde 35 metros y venció la humanidad de Migliore, que se lamentó y reconoció responsabilidad en el ingreso del bombazo. A partir de ahí, Belgrano hizo todo el tiempo que Laverni lo dejó hacer y con eso le bastó.
En Boedo vuelven a pagar caro errores propios, tanto los jugadores como el DT. Segundo partido de local que una pelota perdida infantilmente termina en la red; segundo partido que Asad manda a la cancha al equipo con línea de tres en el fondo; segunda derrota en el campeonato, nuevamente como local y casualmente en los mismos partidos que el ex Vélez quiso ser ofensivo y el descuido en el fondo le costó carísimo.
Ni siquiera con tres delanteros el Ciclón preocupó al Pirata. El segundo tiempo fue igual. Al principio un tiro libre indirecto adentro del área ejecutado por Salgueiro estuvo cerca, el remate dio en la cara de Farré que cayó desmayado, aunque todo quedó en un susto. Silvera jugaba de cinco para Belgrano y se lucía, moviendo los hilos de varios contragolpes que por Migliore no aumentaron la ventaja.
Ingresaron Romagnoli, Romeo y Menseguez pero poco harían ante la férrea defensa cordobesa. Ortigoza estaba errático y Gigliotti perdía muchas pelotas. Sería 1-0 final. Belgrano hizo un partido muy inteligente y eficaz, y ni siquiera la expulsión de Farré a los 37 hizo peligrar el histórico y esperanzador triunfo.
Primera vez que el Celeste gana en el Nuevo Gasómetro. Mientras, la racha del local en su estadio es preocupante: de los últimos nueve, ganó dos, empató dos y perdió cinco. Muchísimo para un equipo que parece no darse cuenta de cómo le salen a jugar los rivales en su propio terreno, y que además, si All Boys no pierde y si Unión derrota a Rafaela, quedará en promoción.
El golazo de Mansanelli:
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