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Atlanta casi le come los sanguchitos a Racing

Estaba planteada como una fiesta. Racing presentaba su plantel a cancha abierta, con su gente alentando. El rival elegido para partenaire fue Atlanta, un club que hasta hace dos meses era de la B Metro y desde la semana próxima comenzará a pelearla en la B Nacional. Ganó el de primera, sí. Pero le costó mucho más. Casi se atraganta con los sanguchitos y  la coca.

[caption id="attachment_28028" align="aligncenter" width="480" caption="Gabriel Hauche lucha a brazo partido con los jugadores de Atlanta."][/caption] ¡Pero qué de dudas que dejó! Atlanta, con la humildad del ascenso, le mostró que no será fácil ningún equipo en el futuro de la Academia. El Mellizo Abel  Soriano, Lugo, el pelilargo Ramírez se encargaron de complicar al fondo de la Academia.

Sin embargo, Racing, este Racing de Simeone sacó ventaja donde el Bohemio más debilidades mostró: la pelota parada. Dos centro de Lucas Licht encontraron la cabeza de Matías Martínez. Así Racing consiguió en el segundo tiempo los dos goles con los que venció al equipo de Villa Crespo.

Sin embargo, a esta fiesta, con presentación a la Europea, Atlanta no vino a ver que pasaba. Se lo quiso ganar a lo largo de todos los 90' y mereció el empate. Saja y cierres muy buenos de la defensa lograron impedir que el azul y amarillo de Villa Crespo se lleve su merecido premio.

[caption id="attachment_28029" align="aligncenter" width="480" caption="Presentación a la europea de la Academia"][/caption] A Racing le queda el consuelo de ver que algo del trabajo de Diego Pablo Simeone comienza a verse en las pelotas paradas. Atlanta se lleva la sensación que puede hacerle frente a cualquiera, pero que deberá ajustar su ingenuidad defensiva.

En lo estrictamente resultadista, el Racing del Cholo jugó cuatro amistosos y ganó los cuatro. Pasaron Villa San Carlos, Acassuso y el San Lorenzo de Omar Asad. Todas victorias para la Academia. ¿El juego? De a poco, Racing se afina. Le quedan cosas por corregir. Desde el próximo domingo, cuando ante Tigre arranque su ilusión en el Apertura, deberá mostrar que aprendió de esta fiesta en la que el invitado casi se come hasta la torta...

 

Estaba planteada como una fiesta. Racing presentaba su plantel a cancha abierta, con su gente alentando. El rival elegido para partenaire fue Atlanta, un club que hasta hace dos meses era de la B Metro y desde la semana próxima comenzará a pelearla en la B Nacional. Ganó el de primera, sí. Pero le costó mucho más. Casi se atraganta con los sanguchitos y  la coca.

Gabriel Hauche lucha a brazo partido con los jugadores de Atlanta.

¡Pero qué de dudas que dejó! Atlanta, con la humildad del ascenso, le mostró que no será fácil ningún equipo en el futuro de la Academia. El Mellizo Abel  Soriano, Lugo, el pelilargo Ramírez se encargaron de complicar al fondo de la Academia.

Sin embargo, Racing, este Racing de Simeone sacó ventaja donde el Bohemio más debilidades mostró: la pelota parada. Dos centro de Lucas Licht encontraron la cabeza de Matías Martínez. Así Racing consiguió en el segundo tiempo los dos goles con los que venció al equipo de Villa Crespo.

Sin embargo, a esta fiesta, con presentación a la Europea, Atlanta no vino a ver que pasaba. Se lo quiso ganar a lo largo de todos los 90′ y mereció el empate. Saja y cierres muy buenos de la defensa lograron impedir que el azul y amarillo de Villa Crespo se lleve su merecido premio.

Presentación a la europea de la Academia

A Racing le queda el consuelo de ver que algo del trabajo de Diego Pablo Simeone comienza a verse en las pelotas paradas. Atlanta se lleva la sensación que puede hacerle frente a cualquiera, pero que deberá ajustar su ingenuidad defensiva.

En lo estrictamente resultadista, el Racing del Cholo jugó cuatro amistosos y ganó los cuatro. Pasaron Villa San Carlos, Acassuso y el San Lorenzo de Omar Asad. Todas victorias para la Academia. ¿El juego? De a poco, Racing se afina. Le quedan cosas por corregir. Desde el próximo domingo, cuando ante Tigre arranque su ilusión en el Apertura, deberá mostrar que aprendió de esta fiesta en la que el invitado casi se come hasta la torta…