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Atención futboleros: los políticos reflotaron el mamarracho

Una vez más, aprovechando que se calmaron las aguas después del rechazo a la movida de noviembre pasado, los dirigentes del país y del fútbol volvieron a especular con la implementación de un nuevo formato de torneo. Como la anterior versión de 38 equipos, la nueva moción es tan complicada como poco atractiva y payasesca.

Lo que muchos se preguntan es, ¿cuál es la necesidad del cambio? La principal, como te adelantó Rock´N Ball en diciembre, es quitarle competitividad al torneo para que los clubes acomoden sus números y dejen de alarmarse con el descenso. O sea que quienes hacen bien sus cosas futbolística e institucionalmente, también tendrían que fumarse el torneo hecho para ayudar a los otros.

[caption id="attachment_45931" align="aligncenter" width="600" caption="Grondona y una "Súperliga". Huelgan las palabras..."][/caption]

Desde otros sectores, aseguran que la verdadera causa vendría por un petitorio de la AFA: habrían pedido recibir del Estado más de los 825 millones de pesos que adquieren por televisar A y B Nacional, y el Gobierno  los concedería sólo a cambio de la puesta en práctica de la nueva "Súper Liga". La excusa de todo esto sería "un fútbol federalizado y más inclusivo", pero desde que el fútbol es fútbol, los méritos para una buena competencia se ganan en la cancha, más allá de algún caso corrupto que se decidió en un escritorio.

La "Super Liga" que en buena pantalla están promocionando Roberto Bugallo y Nicolás Russo es un soberano quilombo: los diez mejores de Primera Dvisión definirán el siguiente semestre en encuentros de ida y vuelta quién será el campeón. Los otros diez, junto a los diez mejores del primer certamen de la B Nacional, se verán las caras en una competencia que definirá quiénes ascienden o descienden. Los diez últimos de la BN jugarían un torneo con los  clasificados de un certamen entre los de la B Metropolitana y el Argentino A, en el que ingresarían cinco de cada división. De aprobarse, Argentina entraría en el Guiness: el torneo más complicado y rebuscado del que se tengan recuerdos.

[caption id="attachment_45913" align="aligncenter" width="550" caption="Bugallo-Russo. Los presidentes de All Boys y Lanús fueron en los primeros en hablar del tema."]Roberto Bugallo Nicolás Russo[/caption]

Al grano: para nuestros funcionarios, la economía de los clubes mejoraría a la par de la federalización del fútbol implementando este laberinto, y no asignándole un presupuesto acorde a cada club, pesificando los contratos, despojándolos de pagar los ineficientes y  costosos operativos o impidiéndoles endeudarse. El desfasaje que hay entre los gastos principalmente del fútbol con el dinero que le ingresa a los clubes es alarmante. Además, la plata que debe llegar a los equipos de la TV no siempre tiene el destino que los documentos afirman.

La AFA sabe que contribuyó a que hoy muchos clubes estén en ruinas, y parece no haber encontrado la salida más popular. ¿Qué es lo que gran parte del ambiente del fútbol pide? Un torneo largo, de 20 equipos, con ascensos y descensos sin promedios, bien a la europea. A pesar de que el nuevo formato eliminaría los tan discutidos promedios y la Promoción, no hay conformidad para tan disparatado campeonato. También es cierto que los medios no ayudan a que el descenso se deje de dramatizar, y esa intolerancia generada repercute directamente en las constantes decisiones de seguir gastando lo que no hay.

En fin, hoy mismo los encargados de dar el veredicto discutirán sobre lo que la amplia mayoría del público futbolero supone ridículo. Otra vez el hincha se verá sometido a aguantarse lo que los de arriba tengan ganas de hacer, y a seguir viendo cómo los problemas se solucionan, justamente, eludiéndolos.

Una vez más, aprovechando que se calmaron las aguas después del rechazo a la movida de noviembre pasado, los dirigentes del país y del fútbol volvieron a especular con la implementación de un nuevo formato de torneo. Como la anterior versión de 38 equipos, la nueva moción es tan complicada como poco atractiva y payasesca.

Lo que muchos se preguntan es, ¿cuál es la necesidad del cambio? La principal, como te adelantó Rock´N Ball en diciembre, es quitarle competitividad al torneo para que los clubes acomoden sus números y dejen de alarmarse con el descenso. O sea que quienes hacen bien sus cosas futbolística e institucionalmente, también tendrían que fumarse el torneo hecho para ayudar a los otros.

Grondona y una "Súperliga". Huelgan las palabras...

Desde otros sectores, aseguran que la verdadera causa vendría por un petitorio de la AFA: habrían pedido recibir del Estado más de los 825 millones de pesos que adquieren por televisar A y B Nacional, y el Gobierno  los concedería sólo a cambio de la puesta en práctica de la nueva “Súper Liga”. La excusa de todo esto sería “un fútbol federalizado y más inclusivo”, pero desde que el fútbol es fútbol, los méritos para una buena competencia se ganan en la cancha, más allá de algún caso corrupto que se decidió en un escritorio.

La “Super Liga” que en buena pantalla están promocionando Roberto Bugallo y Nicolás Russo es un soberano quilombo: los diez mejores de Primera Dvisión definirán el siguiente semestre en encuentros de ida y vuelta quién será el campeón. Los otros diez, junto a los diez mejores del primer certamen de la B Nacional, se verán las caras en una competencia que definirá quiénes ascienden o descienden. Los diez últimos de la BN jugarían un torneo con los  clasificados de un certamen entre los de la B Metropolitana y el Argentino A, en el que ingresarían cinco de cada división. De aprobarse, Argentina entraría en el Guiness: el torneo más complicado y rebuscado del que se tengan recuerdos.

Roberto Bugallo Nicolás Russo
Bugallo-Russo. Los presidentes de All Boys y Lanús fueron en los primeros en hablar del tema.

Al grano: para nuestros funcionarios, la economía de los clubes mejoraría a la par de la federalización del fútbol implementando este laberinto, y no asignándole un presupuesto acorde a cada club, pesificando los contratos, despojándolos de pagar los ineficientes y  costosos operativos o impidiéndoles endeudarse. El desfasaje que hay entre los gastos principalmente del fútbol con el dinero que le ingresa a los clubes es alarmante. Además, la plata que debe llegar a los equipos de la TV no siempre tiene el destino que los documentos afirman.

La AFA sabe que contribuyó a que hoy muchos clubes estén en ruinas, y parece no haber encontrado la salida más popular. ¿Qué es lo que gran parte del ambiente del fútbol pide? Un torneo largo, de 20 equipos, con ascensos y descensos sin promedios, bien a la europea. A pesar de que el nuevo formato eliminaría los tan discutidos promedios y la Promoción, no hay conformidad para tan disparatado campeonato. También es cierto que los medios no ayudan a que el descenso se deje de dramatizar, y esa intolerancia generada repercute directamente en las constantes decisiones de seguir gastando lo que no hay.

En fin, hoy mismo los encargados de dar el veredicto discutirán sobre lo que la amplia mayoría del público futbolero supone ridículo. Otra vez el hincha se verá sometido a aguantarse lo que los de arriba tengan ganas de hacer, y a seguir viendo cómo los problemas se solucionan, justamente, eludiéndolos.

Dolorense, nacido en 1991. Licenciado en proyecto de Magíster. Hay una cosa que nunca van a entender...