Días atrás, luego de la caída de San Lorenzo ante Belgrano como local que significó la segunda derrota en casa en lo que va del torneo y un récord de 17 victorias, 18 empates y 15 derrotas del Ciclón en el Bidegain, desde el sitio se anticipó aquí la gran falencia que tenían los azulgranas en el inmenso campo de juego donde hacen de locales.
Los 110 x 70 metros del Pedro Bidegain le jugaban cada vez más en contra a los cuervos, que ante planteos defensivos y contragolpeadores se acostumbraron a perder en casa, y más aun cuando lo hace defendiendo con tres. Buscando tapar esta falencia, Asad utilizó la misma táctica que Basile: achicó las medidas, aunque en menor proporción. Ahora pasará a medir 107,5 metros de largo, conservando su ancho natural. Cuando asumió el “Coco”, en 1999, había hecho lo propio reduciéndolo a 105 por 68.
En el equipo el “Turco” también metió mano: cambió el esquema de un 4-4-2 a un 4-3-1-2, poniendo a Romagnoli como enganche ya que Ortigoza sufrió un desgarro y se perderá al menos tres partidos. Palomino vuelve al lateral izquierdo, luego de su recuperación, Telechea va de arranque y la única duda está en la zaga central, entre Bianchi Arce y Meza se disputan el lugar para acompañar a Bottinelli. Los once serían: Migliore; Tula, Bianchi Arce o Meza, Bottinelli, Palomino; Telechea, Kalinski, Bazán; Romagnoli; Méndez, y Gigliotti.
Cambios y expectativas en San Lorenzo, que está en una situación incómoda y espera el apoyo de su gente ante un rival directo en la lucha por los promedios, aunque para sorpresa de propios y extraños se encuentra como escolta de Boca y Lanús. El “Turco” se las ingenia achicando la cancha como se lo anticipó desde el sitio. ¿Podrá Rafaela doblegar al Ciclón como tantos lo vienen haciendo en el Nuevo Gasómetro? Se verá, por lo pronto, el trámite será distinto.
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