Mucho se ha hablado acerca del Paris Saint Germain y su poderío económico, el cual fue el factor principal para la consagración en la Ligue 1 francesa el último fin de semana. De hecho, de los 11 que iniciaron frente al Olympique Lyon, sólo dos estaban en el equipo previo al arribo de los petrodólares de la Qatar Investment Authority en 2011 (los defensores Mamadou Sakho y Cristophe Jallet). Sin embargo, la billetera de Nasser Al-Khelaifi no sería la única prominente de “Le Championnat”…
Su flamante contendiente se encuentra a 690 kilómetros de distancia, en un lugar que técnicamente no pertenece a Francia, más allá de que juega en la liga de ese país: el principado de Mónaco. Estamos hablando, justamente, del AS Monaco, propiedad del magnate ruso Dmitry Rybolovlev. El ascenso a la Ligue 1 generó una fuerte apuesta para hacer que el cuadro monegasco vuelva a los primeros planos, tal como sucedió en 2000, año del último de sus 7 títulos, en el que Marcelo Gallardo fue protagonista.
Para ello tiene pensado hacer una avalancha de fuertes contrataciones: los nombres que tuvieron mayor relevancia fueron los de Radamel Falcao y Carlos Tévez. De acuerdo a reportes publicados por el diario “L’Equipe”, el equipo está dispuesto a abonar los 60 millones de euros por el atacante del Atlético Madrid, mientras que en el caso del argentino trascendió un principio de acuerdo con el Manchester City, en el cual la única cifra que se filtró fue la de su salario anual: 10 millones de euros.
Igualmente, estos dos nombres no serán los únicos que tienen en vista el equipo de Rybolovlev, quien llegó al Principado a fines de 2011: fueron sondeados Joao Moutinho, del Porto, Víctor Valdés y Dani Alves, del Barcelona, y algunos jugadores de la liga francesa, entre ellos dos pertenecientes al ya citado todopoderoso PSG: el mencionado Sakho y Jeremy Menez, quien sí llegó a la Ciudad Luz bajo al mando de Al-Khelaifi. Los gastos proyectados para este receso serían de 200 millones de euros, 59 millones menos que lo que gastó el flamante monarca de Le Championnat durante la era QIF.
Sin embargo, aún hay una cuestión importante que se debe resolver: la localización del club. El hecho de que el club se sitúe en una zona libre de impuestos le genera una ventaja respecto a los demás clubes franceses. A raíz de ello, tanto la federación francesa como la LFP (contralor de la liga, independiente de la FFF) le pidieron al magnate ruso que mude al club a una zona francesa para estar en las mismas condiciones que el resto. Si eso no se concreta, la multa será, al igual que lo presupuestado para fichajes, de 200 millones de euros.
Igualmente, y más allá de esta cuestión, el interrogante ya está en el tapete. ¿Podrá el Monaco lograr lo mismo que el PSG?
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