Sencillamente para el infarto. No cabe otro calificativo para el partido que Argentina jugó hoy frente a Puerto Rico. Solo 2 puntos decretaron la clasificación de esta generación que viene dando alegrías desde hace casi 10 años. Fue 81 a 79, pero pudo haber sido en esos seis segundos, que se hicieron horas, 82 a 81 y a jugar el repechaje con los monstruos europeos.
El partido comenzó con un Luís Scola totalmente enchufado. 16 puntos en los primeros 10 minutos, y un 100 % de efectividad, aprovechando la floja marca de Santiago, parecía mostrar que Argentina tendría un partido parecido al de la primera fase. Para los boricuas, Juan José Barea, se pareció al Barea de los Mavericks, y mantuvo a su equipo en el partido, con 12 puntos y un triple sobre la chicharra, para irse a tan solo 5 puntos de Argentina tras ir perdiendo por 10.
Pero el segundo cuarto fue todo de Puerto Rico. Apareció Holland con dos triples, algo inédito en él. La Selección bajo la intensidad defensiva permitiendo muchos rebotes para los puertorriqueños y dejando tiros cómodos para tipos que no perdonan como Arroyo. Sumado que fue de lo peorcito de los dirigidos por Lamas en ofensiva. Scola cometió rápido su segunda falta y fue al banco. Argentina empezó a sumar perdidas, y bajo la efectividad notablemente, con un Ginóbili muy bien marcado y sin poder romper la defensa en zona planteada por Puerto Rico. Con este panorama, el equipo de Flor Meléndez se fue arriba 44 a 40.
Después del descanso las cosas no mejoraron para Argentina que siguió fallando y Puerto Rico logró sacar 8 puntos de ventaja, su máxima en el partido. Pero cuando Julio Lamas se disponía a pedir tiempo muerto, la Generación Dorada resurgió de la mano del más impensado: El yacaré Kammerichs. Una jugada de doble y falta hizo explotar al polideportivo, y cortar la racha de Puerto Rico. Pero no solo eso, enseguida en defensa el yacaré le metió un taponazo a Narváez y contagió a sus compañeros. Llegaron los bombazos de Ginóbili y Prigioni para volver a pasar al frente. Pero el resultado fue cambiante y encima Scola llegó a la tercera falta. Momento increíble cuando Luifa le gritó a Lamas (quien lo iba a reemplazar) que no lo saque, jugando al limite de quedar en la cuarta. Puerto Rico hizo todo lo posible para hacer que esto suceda pero no lo consiguió. La ventaja de Argentina al finalizar se quedo en 6, tras otro tapón de Kammerichs a Barea.
La etapa final fue a pura emoción. Argentina arrancó como para liquidar el encuentro rápido, tomando ventaja de 11 puntos tras un triplazo de Manu. Luego de un par de vaivenes, Puerto Rico sacó provecho de perdidas claves en Argentina, y entre Balkman (de gran partido y marcado por Scola casi al limite) y Arroyo pusieron el partido a solo dos de diferencia. Otras malas decisiones ofensivas por parte de los argentinos (entre ellos Delfino, con un partido para el olvido) le dio la chance a los boricuas de empatar el partido con un doble de Santiago a falta de 1m52 en 79. Y lo mejor que tuvo Argentina en el torneo, la defensa, funcionó cuando más se la necesito. Falta a Ginóbili y Manu que anotó uno de dos, para poner el partido 80 a 79. Arroyo falló un doble e incomprensiblemente recién cortaron con falta a Prigioni con solo seis segundos en el reloj. El base que fue a la línea por primera vez en el torneo, también falló el primero y anotó el segundo, dejando con chances a Puerto Rico. Seis segundos, donde Barea tomó el balón y pudo haber dejado afuera a Argentina con ese triple que ni siquiera pegó en el aro.
Con el final, todo el Polideportivo Islas Malvinas estalló junto a los jugadores más importantes de la historia del básquet nacional. Por tercera vez consecutiva Argentina se mete en los Juegos Olímpicos de la mano de este grupo, con jugadores grandes pero con un corazón más enorme que su edad. Londres seguramente verá el final de la carrera de gran parte de está Generación dorada no solo por sus logros, sino también por su humildad, sacrificio (lo del Chapu nuevamente fue heroico con una recuperación record), capacidad y hambre de gloria. Mañana ante Brasil, Argentina tendrá la posibilidad de tener revancha y consagrarse campeón del torneo, pero ahora solo queda disfrutar que dentro de un año, Londres nos recibirá para cerrar la leyenda de esta generación.
Goleadores: Luís Scola con 27, Emanuel Ginóbili con 23 y Prigioni con 16.
Rebotes: Carlos Delfino y Kammerichs con 8, Prigioni con 5.
Asistencias: Emanuel Ginóbili con 7, Prigioni con 5 y Scola con 3.
Comentarios