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Amistad adentro y afuera de la cancha

Daniel Alves y Neymar adentro de la cancha llevan una relación distante. Es que otra parece no quedarles, ya que los brasileros ocupan posiciones en el campo de juego que los separa casi por completo. Alves tirado por la derecha y de mitad de cancha hacia atrás, aunque es habitual en él su despliegue ofensivo, mientras que Neymar parece estar allá a lo lejos cada vez que recibe la pelota en tres cuartos de campo y en posición de ataque. Sin embargo, por alguna circunstancia típica del juego del fútbol, pero no tan típica en el del Barcelona, equipo en el que juegan juntos, un preciso pelotazo en diagonal puede llegar a unir a estos dos compañeros en el terreno. Así, como ese pelotazo unificador vendría a ser la relación que llevan los brasileros por fuera de las inmediaciones de cualquier estadio del mundo. Una relación amistosa, casi fraternal. Es que Alves, cada vez que puede, defiende a su joven amigo de cualquier arremetida de la prensa. Tal es así que; ayer luego de las críticas de algunos medios brasileros sobre la decisión del exjugador del Santos de no conceder entrevistas y dar explicaciones sobre  su anemia, en la previa al partido amistoso que se disputó el miércoles entre el último campeón de la Copa Confederaciones y  Suiza en Basilea; Dani salió a explicar la situación de su compinche.  "Es fundamental que Neymar no se distraiga con temas que podrían acabar interfiriendo en su concentración”. ”Él está trabajando bien con el Barça y con la selección. Y así es como debe ser: trabajar mucho y hablar poco", expresó Alves. Además, y en un gesto casi paternal, el defensor nacido en Juazeiro, Bahía, previo a la llegada del delantero de 21 años a Barcelona, ayudó a éste en la búsqueda de un sitio para vivir en la ciudad catalana. Razón por la que finalmente quedaron como vecinos en  una zona residencial entre Gavà y Castelldefels. Un sitio cercano al mar y que ha sido la opción de vivienda de muchos futbolistas que vistieron la camiseta blaugrana, como Juan Román Riquelme, Rafael Márquez, Patrick Kluivert, entre otros. Actualmente también tienen sus casas por esa región Lionel Messi y Víctor Valdés. Amigos, compañeros,vecinos, seleccionados brasileños, culés. Tanto afuera como adentro de la cancha así son Daniel Alves y Neymar. Distanciados por sus posiciones en el terreno de juego, muy cercanos en el día a día. Entre risas y jogadas bonitas seguirán forjando su amistad. El pelotazo quizá ya no sea necesario para sentirse unidos. Es que en el Barcelona de compañeros tienen a ocho jugadorazos más y a un extraterrestre, un tal Messi, que con sus diagonales con pelota dominada probablemente sirva de mensajero. Por lo que se sentirán más cercanos, entonces,  el bochazo comunicador, quedará para otra oportunidad.  

Daniel Alves y Neymar adentro de la cancha llevan una relación distante. Es que otra parece no quedarles, ya que los brasileros ocupan posiciones en el campo de juego que los separa casi por completo. Alves tirado por la derecha y de mitad de cancha hacia atrás, aunque es habitual en él su despliegue ofensivo, mientras que Neymar parece estar allá a lo lejos cada vez que recibe la pelota en tres cuartos de campo y en posición de ataque. Sin embargo, por alguna circunstancia típica del juego del fútbol, pero no tan típica en el del Barcelona, equipo en el que juegan juntos, un preciso pelotazo en diagonal puede llegar a unir a estos dos compañeros en el terreno. Así, como ese pelotazo unificador vendría a ser la relación que llevan los brasileros por fuera de las inmediaciones de cualquier estadio del mundo. Una relación amistosa, casi fraternal.

Es que Alves, cada vez que puede, defiende a su joven amigo de cualquier arremetida de la prensa. Tal es así que; ayer luego de las críticas de algunos medios brasileros sobre la decisión del exjugador del Santos de no conceder entrevistas y dar explicaciones sobre  su anemia, en la previa al partido amistoso que se disputó el miércoles entre el último campeón de la Copa Confederaciones y  Suiza en Basilea; Dani salió a explicar la situación de su compinche.  “Es fundamental que Neymar no se distraiga con temas que podrían acabar interfiriendo en su concentración”. ”Él está trabajando bien con el Barça y con la selección. Y así es como debe ser: trabajar mucho y hablar poco”, expresó Alves.

Además, y en un gesto casi paternal, el defensor nacido en Juazeiro, Bahía, previo a la llegada del delantero de 21 años a Barcelona, ayudó a éste en la búsqueda de un sitio para vivir en la ciudad catalana. Razón por la que finalmente quedaron como vecinos en  una zona residencial entre Gavà y Castelldefels. Un sitio cercano al mar y que ha sido la opción de vivienda de muchos futbolistas que vistieron la camiseta blaugrana, como Juan Román Riquelme, Rafael Márquez, Patrick Kluivert, entre otros. Actualmente también tienen sus casas por esa región Lionel Messi y Víctor Valdés.

Amigos, compañeros,vecinos, seleccionados brasileños, culés. Tanto afuera como adentro de la cancha así son Daniel Alves y Neymar. Distanciados por sus posiciones en el terreno de juego, muy cercanos en el día a día. Entre risas y jogadas bonitas seguirán forjando su amistad. El pelotazo quizá ya no sea necesario para sentirse unidos. Es que en el Barcelona de compañeros tienen a ocho jugadorazos más y a un extraterrestre, un tal Messi, que con sus diagonales con pelota dominada probablemente sirva de mensajero. Por lo que se sentirán más cercanos, entonces,  el bochazo comunicador, quedará para otra oportunidad.